La crisis ambiental agrícola que vivimos hoy en día, por las malas prácticas agrícolas intensivas, basadas en la aplicación excesiva de químicos como los plaguicidas y los fertilizantes químicos, entre otros, nos ha enfrentado a problemas como el desgaste y la contaminación de los suelos agrícolas, de ríos, de manantiales, de lagos y de los mares, la pérdida de recursos naturales y la reducción progresiva de la productividad en alimentos agropecuarios. Esta problemática nos lleva a buscar nuevas tecnologías agrobiotecnologícas con el fin de corregir estos problemas, una alternativa entre muchas, es generar nutrientes para las plantas a partir de las mismas plantas.
Dentro de estas alternativas, tenemos el uso de plantas acuáticas, las cuales presentan características especiales por estar asociadas con pequeños organismos vivos, que ayudan a capturar nutrientes que están presente en el aire, suelo y agua, una fuente potencial de esos nutrientes para usarse en plantas de valor agrícola.
De plaga a un elemento útil
En muchas ocasiones, las plantas acuáticas se comportan como plaga, debido a su rápido crecimiento e invasión de ciertos cuerpos de agua como lagunas, lagos, presas, etc. Unas de las plantas acuáticas invasoras más agresivas en nuestro planeta son el lirio acuático (Eichhornia crassipes), la oreja de ratón (Salvinia molesta) o el carrizo gigante (Arundo donax). Estas y otros cientos de especies de plantas acuáticas que son consideradas como plaga, tienen una función ecológica, ya que tienen importancia en programas de restauración ambiental, actúan sobre la circulación de nutrientes en el medio acuático, estabilizan los sedimentos para evitar erosión, purifican el agua de bióxido de carbono (CO2), y algunas especies son utilizadas como nicho para la protección de animales acuáticos pequeños y para que las aves y peces aniden.
Con un manejo adecuado de este tipo de plantas, como su tasa de crecimiento, la absorción de varios nutrientes, y en especial, la del nitrógeno, estas se convierten en un elemento útil en el tratamiento de aguas contaminadas y como una fuente importante de nutrientes. Actualmente, muchos granjeros producen plantas acuáticas para diferentes aplicaciones, principalmente para su uso como abono verde y como alimento para el ganado.
Para este fin, existen dos tipos importantes de plantas acuáticas, algunas especies de Azolla y de Salvinia, las cuales son helechos acuáticos flotantes que están presentes en la mayoría del territorio de nuestro país, así como distribuidas en todo el mundo, ya que habitan en cuerpos de agua dulce con poco movimiento. Son plantas con un crecimiento y reproducción rápido, e incluso, si las tenemos en condiciones adecuadas de nutrición, pueden alcanzar una productividad de 32 toneladas por año.
La Salvinia es una planta que se le ha reconocido características especiales, como la de absorber metales pesados, contaminantes de presas, ríos y lagos por pilas, baterías, monitores, entre otros más, de tal manera, que puede transfórmalos a elementos más amigables para el ambiente.
¿Por qué Azolla es una fuente potencial de nitrógeno?
Azolla es un género perteneciente a la familia Salvinaceae, que agrupa varias especies de pequeños helechos acuáticos, que solo miden unos cuantos centímetros, tales como A. filiculoides, A. microphylla, A. caroliniana, A. mexicana y A. pinnata.
Estas pequeñas plantas tienen la capacidad de asociarse con un organismo todavía más pequeño, que no lo vemos a simple vista, pero que habita en las raíces. Este organismo microscópico, la cianobacteria Anabaena azollae, es capaz de absorber nitrógeno del ambiente, por lo cual está muy ligado con la planta acuática, ya que los dos hacen un equipo perfecto: mientras el primero absorbe el nitrógeno, la planta lo almacena y usa para su metabolismo esencial.
No olvidemos que el nitrógeno es un elemento fundamental para la elaboración de aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos y otras moléculas como el ATP (adenosín trifosfato), necesarias para el crecimiento óptimo de las plantas, por lo que esta asociación es muy importante ya que se estima una fijación de nitrógeno de hasta 1 200 kilogramos por una hectárea, en condiciones controladas de cultivo, ¡imagínense! Aproximadamente el peso de dos autos compactos. Además, el uso racional de este nitrógeno como abono verde, no es considerado como contaminante de suelos, por lo que es una gran alternativa para usarse en la agricultura.
Azolla, nuestra sorprendente planta acuática, es una de las pocas a nivel mundial que tiene una mayor capacidad de reproducirse, por lo que es muy fácil obtener de manera rápida cantidades importantes de esta planta, y por lo mismo, grandes cantidades de nitrógeno que puede aplicarse a plantas productoras de granos, verduras, tubérculos, legumbres, frutas, hortalizas, entre muchas más. El uso de esta planta acuática para enriquecer el suelo, data de hace muchos años en los campos de arroz de China y Viet Nam, y más recientemente en Brasil. Por las características mencionadas, Azolla es una buena alternativa para el cuidado de nuestros campos agrícolas y medio ambiente, así como sus múltiples beneficios en la aplicación en este sector tan contaminado y dañado por el humano.
Además, por ser una rica fuente de nitrógeno, Azolla es utilizada en la alimentación animal, como cerdos, pollos y gallinas, por la composición de macronutrientes y aminoácidos esenciales, por su aceptabilidad y digestibilidad.
Azolla es una planta acuática, muchas veces considerada plaga o invasora, por lo que su uso potencial ha sido poco explotado.
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Carlos Enrique Peña Rodríguez, estudiante del Posgrado en Agrobiotecnología en el Instituto Tecnológico Superior de Los Reyes. Los Reyes, Michoacán, México.
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Yolanda Ruíz Suárez, Profesora e Investigadora del Instituto Tecnológico Superior de Los Reyes. Los Reyes, Michoacán, México.
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