Correteando lagartijas

Escrito por José Alfredo Soria Bárcena

Anolis sagrei. Fotografía de Amhed Saúl Betancourt Ocampo.

Me atrevo a decir que cualquier hijo de vecino ha visto al menos a una «lagartija» una vez en su vida. Esos animalillos que corretean entre las piedras o debajo de ellas, por el suelo en el campo y los bosques, en los árboles, o por las paredes dentro de las casas en algunos sitios del país. Es decir, están por donde quiera, pero… 

¿Qué sabemos de estos reptiles?

Generalmente que se comen a los insectos, que a mucha gente no le gusta ni verlos porque les tienen miedo, que hay quienes juegan con ellos, pero otros los apedrean o les arrancan la cola ¡¡por diversión!!, porque es un reto corretearlos.

México es uno de los países con mayor biodiversidad, y en particular, rico en especies del grupo de los reptiles. En el país tenemos más de 800 de estas especies reconocidas, y entre ellas, aproximadamente al 48 % les llamamos comúnmente «lagartijas». Particularmente en este artículo hablaremos de un grupo de lagartijas conocidas, entre los biólogos interesados en el estudio de los reptiles, como Anolis. 

Especies de lagartijas del género Anolis

Se trata de un grupo de especies silvestres de cuerpo esbelto cuyos colores en general suelen ser entre el gris y el café, lo cual no las hace atractivas a la vista. Sin embargo, hay algunas especies que muestran una gama de colores atractivos como el Anolis verde (Anolis carolinensis), el Anolis azul (Anolis gorgonae), o pueden ser muy llamativos como el Anolis Caballero o Cubano (Anolis equestris), que presenta una coloración verde intenso combinado con líneas verde pálido, por mencionar algunos ejemplos.

Una característica única que llama la atención en los Anolis son sus ojos, ya que a diferencia del resto de los animales, tienen una doble capa fóvea, característica que comparten con algunas aves rapaces, las cuales como ya se sabe, son capaces de identificar claramente a su presa desde el aire a varios metros de altura. En los Anolis se cree que esta adaptación les permite tener una muy buena vista binocular, lo cual les proporciona una gran ventaja no solo al momento de divisar a su presa —generalmente insectos—, sino también para visualizar posibles depredadores, a un chistoso que le quiere atinar una pedrada o a un biólogo que se aproxima a colectarlas.

 

Algunas lagartijas son atractivas

Lo más atractivo de estas lagartijas es la presencia de un saco gular ¡sí, un saco que está en el cuello! el cual es muy colorido, aunque no siempre es visible. Un dato curioso es que esta característica es predominante en los machos, mientras que en las hembras suele ser de tamaño reducido. Este saco gular puede ser de colores sólidos o combinados como el rojo claro, naranja y amarillo; también hay especies que tiene color morado, azul, grises, entre blanco y color crema, rosa, verde oscuro, entre otros.

Algo tan llamativo parece tener una función importante como la interacción social entre individuos de una misma especie, y en algunas interacciones conocidas, funciona para el cortejo de las hembras, defensa territorial a través de la demostración de dominancia y reconocimiento entre individuos de diferentes especies. Algunos estudios recientes proponen que la coloración del saco puede estar relacionada a la intensidad de luz que hay en el hábitat donde se encuentre una población de estas lagartijas.

 

Por más de 50 años, la clasificación taxonómica de los Anolis basada en características morfológicas se ha enfrentado a la dificultad de poder distinguirlos claramente. Esto es, porque estas lagartijas presentan ciertas características morfológicas poco comprendidas, debido a que se les ha catalogado como «Ecomorfos», un término que se refiere a la capacidad de adaptarse al ambiente. Esto por supuesto complica una clasificación taxonómica que considera los patrones de coloración, porque significa que una especie puede presentar el color del tronco de los árboles donde vive o del suelo, o puede ser gris por el color de las rocas. El color se ha utilizado ampliamente en la clasificación de varias especies; no obstante, en el caso de los Anolis no ha sido muy útil. Además del color, existen otras diferencias bien documentadas tales como los cambios en el tamaño corporal, de las extremidades, en la conducta y en los hábitos en general.

 

Entonces, ¿qué herramienta es útil para clasificarlos?

Actualmente una herramienta que está resultando útil en la definición taxonómica de diversos grupos de animales vertebrados e invertebrados, es el uso de marcadores moleculares de ADN mitocondrial (ADNmt). Se trata de secuencias de algunos genes del genoma mitocondrial que codifican proteínas tales como Citocromo b, Citocromo oxidasa I, NADH Deshidrogenasa, también las secuencias del ARN ribosomal 12S, ARN ribosomal 16S, o la región que controla la síntesis del ADN y del ARN conocida como Región Control.

Con el uso de este tipo de marcadores moleculares de ADNmt, se ha encontrado que Anolis es un género muy diverso y con una enorme y rápida adaptación a su medio. Con los resultados de los estudios moleculares, se ha establecido que no todas las especies de Anolis (y muy seguramente en el caso de otras especies), se pueden agrupar por su similitudes o diferencias morfológicas, ya que éstas pueden estar marcadas por las condiciones del hábitat que ocupen.

Por ejemplo, la población de una especie de estas lagartijas que se encuentra viviendo en la copa de los árboles, puede presentar diferencia de tamaño, coloración y comportamiento comparada con una población de la misma especie, que se encuentre viviendo entre piedras y arbustos. En este sentido, el ejemplo más conocido es el del Anolis verde (Anolis carolinensis), cuyas poblaciones están distribuidas en diferentes islas del Caribe y en Cuba, en Florida y hacia el sureste de Estados Unidos de América (EUA) y en el estado de Tamaulipas en México. Anteriormente, se creía que estas poblaciones correspondían a diferentes subespecies distribuidas en las islas, con un origen en el continente americano, específicamente en EUA. Sin embargo, el análisis del ADNmt reveló que todas las poblaciones pertenecen a la misma especie y que su origen es la isla de Cuba.

A través de las herramientas moleculares, también se ha establecido que la particular capacidad de adaptarse al ambiente, llamada ecomorfismo, está relacionada con la regulación epigenética, lo que significa que ciertos genes se «encienden» o «apagan» dependiendo, por ejemplo, de las variaciones estacionales durante el año (invierno, verano, temporada de lluvias o sequía, etc.). Esta regulación también ocurre durante el desarrollo embrionario, donde ciertos genes pueden transcribirse durante más tiempo o silenciarse, lo que da como resultado cambios en la morfología del individuo, tales como la longitud de las extremidades con respecto al tamaño del cuerpo, generando diferentes morfotipos dentro de la misma especie. Es decir, siguen siendo de la misma especie aún con esos cambios obtenidos según el ambiente.

Anolis nebulosus (roño de paño o abaniquillo de pañuelo).
Fotografía de José Alfredo Soria Bárcena.

Debido a que no solo con la observación de la morfología de los Anolis, es suficiente para clasificarlos por especie, es importante continuar con las investigaciones que usan marcadores moleculares como los del ADNmt para poder saber más sobre ellos.

 

«Podemos seguir correteando lagartijas, en este caso a los Anolis, no para hacerles daño o divertirnos, sino con el fin de estudiarlos para asegurar su clasificación taxonómica»

 

Para Saber más: 

Riquelme F. y Martínez N. (2013). Analizan científicos de la UNAM lagartijas fósiles embebidas en ámbar. Boletín, UNAM-DGCS-510.

https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2013_510.html 

 

Mederos K. (2019). Las lagartijas, género Anolis. Naturaleza tropical.

https://naturalezatropical.com/la-lagartija-genero-anolis/

 

Naturalista. (2019). Abaniquillos (Género Anolis).

https://www.naturalista.mx/taxa/36362-Anolis

 

Algunas lagartijas del género Anolis. Originarias de América con cerca de 400 especies.

https://www.arcgis.com/apps/MapTour/index.html?appid=cd53afcdc00b474693f08297b7f3addc

 

José Alfredo Soria Bárcena es Biólogo y Estudiante del Programa Institucional de Maestría en Ciencias Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo con estudios sobre Filogenia Molecular y diversidad genética del género Anolis en México.

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