Todos los seres humanos tenemos la necesidad de comer para que el organismo sea capaz de realizar funciones básicas de acuerdo a la edad, costumbres, estado de salud, entre otros factores. El problema es que últimamente se ha presentado un aumento desmesurado del porcentaje de sobrepeso y obesidad en México.
Es aquí, cuando pensamos en llevar a cabo una dieta para perder peso, aunque es importante mencionar que hay de diferentes tipos. En general, se busca perder peso de manera fácil, en poco tiempo y, de ser posible, con poco esfuerzo, aún a costa de la propia salud. Las dietas siguen una moda y la más sonada en la actualidad, es la dieta cetogénica, de la que precisamente vamos a hablarte.
¿Qué es una dieta?
La palabra dieta significa “todo aquello que consumimos de alimentos y bebidas en el transcurso de un día”. Así pues, todos los seres humanos llevamos diariamente una dieta, la diferencia radica en el tipo de dieta que debe consumir cada persona con base en necesidades específicas.
Considerando la variedad de dietas existentes, debemos comentar que, cada nutrimento es diferente y la cantidad que se necesita también lo es. No hay alimentos buenos o malos, ni uno que aporte más que otro, todo alimento contiene uno o más nutrimentos, los cuales contribuyen a la buena nutrición. En todo caso, lo importante es llevar a cabo una dieta variada, ya que, de no ser así, se pueden presentar problemas serios de salud. La dieta variada debe incluir todos los grupos de alimentos que maneja el Plato del Bien Comer, pues de esta manera, estaremos garantizando al organismo que reciba todos los nutrientes necesarios para un buen funcionamiento.
Entre los nutrientes están los denominados macronutrientes, constituídos por los hidratos de carbono (carbohidratos, que incluyen a los azúcares), los lípidos y las proteínas. El Plato del Bien Comer se encuentra estructurado en función de estos alimentos, y en él se aprecia la proporción recomendada según el grupo, siendo todos estos tipos de nutrientes, esenciales en una dieta.
Lo importante para nuestra salud es el equilibrio en la dieta
En nuestra vida cotidiana debemos tener una alimentación adecuada, que brinde el equilibrio perfecto para poder alcanzar los valores nutricionales que necesita nuestro cuerpo y así afrontar todas nuestras actividades diarias, aportando las calorías y nutrientes necesarios para el día a día. Como lo planteamos anteriormente, cuando se piensa en una dieta, se piensa en las que ayudan a bajar de peso; no obtante, lo correcto es seguir aquella que se adecúe a las necesidades de cada individuo, por ejemplo, cuando se tiene una enfermedad crónica.
La dieta de moda para perder peso es la dieta cetogénica
Esta dieta se ha hecho famosa por la rapidez con la que se puede perder peso en comparación con una dieta equilibrada, aunado a la difusión que han tenido sus resultados en las en redes sociales.
Pero, ¿Por qué se llama dieta cetogénica? Se llama así, porque se consume una mayor cantidad de lípidos, mayor que la recomendada en el Plato del Bien Comer. Los lípidos son las grasas que consumimos, y este consumo puede llegar a ser hasta del 70 % del total de las calorías, haciendo mínima la proporción de hidratos de carbono que se consumen. De esta manera, se lleva a cabo una condición en el organismo denominada “cetosis”, que le permite usar las grasas almacenadas como fuente primordial de energía.
La dieta cetogénica se utilizó con éxito a partir de 1920 para el tratamiento de las convulsiones epilépticas en niños, y en la actualidad, es utilizada como coadyuvante en la terapia de esta enfermedad. A su vez, se utiliza como propuesta terapéutica para el sobrepeso y la obesidad, ya que una de las grandes ventajas reside en que tiene un mayor efecto saciante por las cantidades elevadas de grasas, lo que retrasa el vaciamiento gástrico y conduce a disminuir la ingesta calórica diaria. En personas sanas, se puede perder peso de manera más rápida a partir de la utilización de grasa del propio organismo.
Desventajas de la dieta cetogénica
Son varias las desventajas de esta dieta. En primer lugar, el aporte de vitaminas y minerales es muy bajo y no cubre los requerimientos mínimos, debido a la restricción de carbohidratos que incluye limitar la ingesta de frutas y verduras, que son precisamente los alimentos más ricos en vitaminas y minerales. En segundo lugar, esa baja de ingesta de frutas y verduras también disminuye la fibra dietética, lo cual puede generar estreñimiento. Y, en tercer lugar, se pueden presentar calambres, aliento fétido y debilidad. La dieta cetogénica es más difíciles de llevar a cabo en la población mexicana, pues al restringir la ingesta de carbohidratos, se restringe la ingesta de pan y tortillas, alimentos base de nuestra dieta diaria.
Es importante mencionar que se han realizado estudios en personas que siguen este tipo de dieta, observándose en ellas que la función cognitiva es afectada, ya que, el poder de atención, la velocidad de la memoria, el procesamiento de la información visual rápida, y la velocidad de procesamiento de la información, se deterioran significativamente. Además, dicho deterioro cognitivo está asociado a una elevación en los niveles de ácidos grasos libres en el plasma.
Teniendo en cuenta las desventajas de esta dieta, es importante que las personas con enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o con diabetes mellitus tipo I que dependen de insulina para su control, no usen esta dieta. En este sentido, es fundamental verificar la salud inicial de una persona antes de empezar una dieta de este tipo, ya que de ello dependerá su estado de salud.
Consideraciones finales
Los esfuerzos para mejorar los tratamientos contra el sobrepeso y la obesidad, deben centrarse en lograr una mejor adherencia al plan alimenticio, sin alterar la composición o distribución de los macronutrientes de la dieta.
Se debe frenar el uso indiscriminado de este tipo de dietas, ya que no es viable su uso en todas las personas. En este sentido, es recomendable educar al paciente para que su dieta sea equilibrada y esté basada en el Plato del Bien Comer; asi mismo, el paciente debe aprender la importancia de seguir los consejos de su médico o de algún otro profesional de la salud, para que siga el plan de alimentación recomendado, ya que de no existir adherencia al mismo, ninguna dieta o plan va a rendir los frutos esperados. También es importante garantizar un aporte suficiente de agua y apoyarse en una rutina de ejercicio que vaya acorde al caso particular de cada persona.
Cuando el paciente acompaña su dieta del asesoramiento de un profesional, puede ir resolviendo los obstáculos que se van presentando.
Para Saber más:
Otero-Lamas, B. (2012). Nutrición. Estado de México, Red Tercer Milenio, 144 p.
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/salud/Nutricion.pdf
Johnston C.S, Tjonn S.L., Swan P.D., White A., Hutchins H. y Sears B. (2006). Ketogenic low-carbohydrate diets have no metabolic advantage over nonketogenic low-carbohydrate diets. The American Journal of Clinical Nutrition, 83(5):1055-1061.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16685046
Covarrubias-Gutiérrez P., Aburto-Galván M. y Sámano-Orozco L.F. (2013). Dietas cetogénicas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad. Nutrición, clínica y dietética hospitalaria, 33(2):98-111.
http://revista.nutricion.org/PDF/DIETAS-CETOGENICAS.pdf
Adriana Reynoso Magaña, Licenciada en Nutrición Humana y estudiante del Programa de Maestría en Ciencias de la Salud de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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Virginia A. Robinson Fuentes, Profesora e Investigadora de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, del Laboratorio de Desarrollo Analítico.
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