En la actualidad, se han puesto de moda términos como “súper alimentos”, “orgánico”, “macrobióticos” y demás palabras que nos hacen creer que la salud entra por la boca, que lo natural es mejor que lo artificial y en definitiva estamos convencidos de ello, pero ¿qué pasaría si te dijera que desde los primeros minutos de vida podemos acceder a un “súper alimento”? que es capaz de poner a trabajar nuestro sistema inmune y protegernos de miles de enfermedades, que es de fácil digestión, que contiene la cantidad exacta de grasas, proteínas, vitaminas y minerales y que además ¡es gratis!.
Éstas y muchas otras ventajas, las encontramos en un alimento que por nuestro ritmo de vida lo hemos dejado de lado. Sin más rodeos, te presento al pasado, al presente y al futuro de la nutrición humana “La Leche Materna”.
Todas las mujeres pueden producir leche materna para amamantar a sus hijos e incluso a los hijos de alguien más, mediante bancos de leche materna, el único requisito es querer, no importa si sus senos son pequeños, si el pezón está hacia adentro, si sólo tienen una mama, si nunca lo han hecho o teman porque les han contado que duele, que arde, que se agrietan los pezones. Aunque en ocasiones es cierto, suele haber ciertas molestias, pero nada que una buena posición y succión del bebé que no pueda corregir. Además, después de informarte todas las ventajas que se les da a los hijos mediante la leche materna, entenderemos la importancia de la lactancia.
Lactancia materna exclusiva y complementaria
La Organización Mundial de la Salud recomienda que en los primeros 30 minutos de vida de un recién nacido se le coloque a la madre en el pecho para hacer contacto piel con piel, para que el ritmo cardiaco y la respiración se regulen. Al estar en el pecho de la madre comienza a percibir ese olor familiar, investigadores de la Universidad Veracruzana afirman que algunas sustancias presentes en el calostro y en la leche materna son las mismas que las encontradas en el líquido amniótico. Éstas funcionan como un estímulo de olor y de manera intuitiva, el bebé se acerca al pezón y comienza a succionar, obteniendo con esta tetada su primer vacuna de forma natural, ya que la primera leche que toma el bebé y que se conoce como “calostro”, provee de anticuerpos que la madre ha desarrollado y ahora comparte con su hijo. Esto lo hará más resistente a los virus, bacterias y disminuirá la probabilidad de padecer problemas respiratorios, gástricos, alérgicos, entre muchos otros tan comunes en los recién nacidos.
Conforme el bebé va creciendo, la leche materna también va madurando adaptándose a las necesidades individuales de cada niño; por ejemplo, al principio va cargada de anticuerpos, después contiene mucha agua y vitaminas, al final encontramos un gran porcentaje de grasa que le otorgan saciedad a los recién nacidos, está diseñada también para ser de fácil digestión, para contribuir a un mayor desarrollo intelectual y psicomotor de los pequeños.
El término “Lactancia Materna Exclusiva” hace referencia a que la alimentación del bebé, desde el momento en que nace hasta que cumple los 6 meses de vida debe ser única y exclusivamente con leche materna, no es necesario ofrecer al bebé ningún otro tipo de alimento, inclusive el agua o los tés (infusiones), ya que todo lo que necesita para desarrollarse correctamente lo encuentra en los componentes de la leche materna.
Después de los 6 meses de vida se puede adicionar a la alimentación del bebé, algunos otros alimentos como las papillas, recuerden que siempre hay que iniciar con la papilla de vegetales y después ir incorporando las frutas, a esta alimentación se le conoce como “Lactancia materna complementaria” y tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Fondo Internacional de emergencias de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), recomiendan que se mantenga hasta los dos años de vida. Conforme van apareciendo los dientes en los bebés, se van introduciendo alimentos un poco más sólidos para asegurarnos que los niños crezcan en el correcto peso, talla y tengan un buen desarrollo cerebral y nutricional.
Ventajas de la lactancia materna
Además de la protección que ofrece a los bebés de infecciones, propicia su máximo crecimiento y desarrollo, los previene de la desnutrición al otorgarle las vitaminas y minerales que necesitan, al mismo tiempo disminuye la probabilidad de padecer obesidad o diabetes, ya que desde recién nacidos están haciendo trabajar de manera correcta su metabolismo.
Composición nutrimental de la leche materna
En el mismo sentido, las madres obtienen muchos beneficios al alimentar a sus bebés con leche materna, entre ellos destacan: prevención del cáncer de mama y de ovarios, ayudar a expulsar la placenta después del parto al favorecer las contracciones del útero debido a la liberación de hormonas como la oxitocina, evitar el dolor de senos al descongestionarse con cada tetada, reducir el riesgo de la depresión postparto, ayudar a volver con mayor facilidad al peso que se tenía antes del embarazo y el más importante, la cercanía del corazón del bebé al de su madre, el calor que se otorga al sujetarlo entre los brazos, el intercambio de miradas mientras está alimentándose, que crea un vínculo emocional que durará toda la vida, que genera la confianza y la autoestima de los niños.
Beneficios de la lactancia materna en la salud bucodental
Los odontopediatras coinciden en que la lactancia materna ayuda significativamente a un correcto desarrollo de la boca y a la disminución de las caries de la infancia temprana, entre los beneficios más importantes que otorga la alimentación exclusiva con leche materna se encuentran:
La elección de alimentar a los recién nacidos con leche materna o con fórmulas lácteas dependerá de las necesidades individuales de cada madre, solamente recuerda que tú como mamá eres todo el mundo para la personita que tienes frente a ti, nadie lo puede cuidar, proteger y querer más que tú, entre tus manos tienes al futuro del mundo, ¿no querrías tú darle lo mejor a él? Ayudarle a crecer sano, fuerte, seguro y feliz. Al ofrecerle tu leche materna lo estás haciendo.
Para Saber Más:
Maldonado R.M.A., Torres B.M., Issasi H.H., Padilla C.J., Chávez P.A., Reyes F.R. y Oliver P.R. (2010). Lactancia materna: factor protector contra la caries. Oral, 11(33):553-556. https://www.medigraphic.com/pdfs/oral/ora-2010/ora1033b.pdf
Maldonado-Ramírez M.A., González-Hernández A., Huitzil-Muñoz E.E., Isassi-Hernández H. y Reyes-Floreset R. (2016). Lactancia materna y caries de la infancia temprana, Rev. Odontopedriatría Latinoam., 6(2):90-98. https://www.revistaodontopediatria.org/ediciones/2016/2/art-3/
UNICEF. 2005. Suplemento especial del Universal. 25 de Abril, pp. 2-8. http://www.superalimentos.es/superalimentos/
Nieves Elizabeth Manzo Nava, Odontóloga, SSA Guerrero y estudiante del posgrado de Odontopediatría Centro Educativo Multidisciplinario en Rehabilitación Oral CEMRO.
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José Herrera Camacho, profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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