«Ese lunar que tienes cielito lindo junto a la boca, no se lo des a nadie cielito lindo que a mí me toca»
Los lunares se han considerado como un rasgo atractivo en los seres humanos, muchas veces se aprecia como un símbolo de belleza. Aunque la gran mayoría de ellos nunca llegan a ser peligrosos, en algunos casos… uno de estos puntitos podría evolucionar a una forma grave de cáncer de piel.
Lunares y melanocitos
Nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo, está formada por diferentes tipos de células con funciones muy importantes. Entre esas células se encuentran los melanocitos, células encargadas de producir un pigmento de color café llamado melanina, responsable de nuestro color de piel, cabello y ojos. Este pigmento también es importante ya que nos protege de los efectos nocivos del sol.
Cuando las células (melanocitos) que producen el pigmento melanina crecen agrupadas, forman tumores benignos de la piel conocidos como lunares también llamados nevos, el pigmento que producen las células que forman los lunares es el responsable del color café de éstos.
La mayoría de nosotros tenemos al menos unos cuantos lunares (nevos), que representan lesiones de la piel con las que nacemos y que van apareciendo conforme vamos creciendo en el transcurso de los primeros 30 años.
Lunares: diferentes formas y colores
Casi todos los lunares son de color café a marrón, su coloración es uniforme es decir todo el lunar es del mismo color, por lo general son pequeños, del tamaño de la punta de un lápiz y pueden ser planos o ser elevados como una media esfera y sus bordes son redondeados y bien definidos.
Sin embargo, puede haber lunares distintos entre sí y esto se debe a la forma en la que las células que los componen (melanocitos) se disponen en la piel. Por esta razón los lunares se pueden clasificar en varios tipos; los que se presentan como esferas de color café, los que tienen forma de media esfera y van desde color café claro a café obscuro y que pueden tener pelo o los que son planos.
Los lunares y el cáncer de piel
Hay varios tipos de cáncer de piel, uno de los más agresivos es el melanoma, que aunque en México se presenta muy poco, debido a que la gran mayoría de los mexicanos somos de piel morena, característica que nos protege de los efectos nocivos del sol -los individuos de piel blanca y ojos azules tienen más riesgo de tener cáncer de piel.
En nuestro país, uno de cada 100,000 mexicanos presentará este tipo de cáncer. A nivel mundial, el melanoma ocupa el 10º lugar entre los cánceres que afectan a los humanos. Actualmente, se ha observado un aumento en esta enfermedad debido a la exposición a la luz solar y a la disminución de la capa de ozono de la atmósfera.
El melanoma puede llegar a originarse a partir de un lunar. Los estudios indican que una tercera parte de pacientes con melanoma, tienen el antecedente de un lunar en el sitio donde se originó el cáncer. Los lunares con los cuales se ha asociado más frecuentemente el desarrollo de melanoma se conocen con el nombre de lunares o nevos displásicos.
Este tipo de cáncer de piel, aunque no es tan frecuente, es fatal en la mitad de las personas en quienes es diagnosticado y afecta con más frecuencia a jóvenes adultos de entre 20 y 30 años de edad, por lo que es vital saber si tenemos riesgo de padecerlo. Entonces es muy importante vigilar muy de cerca cualquier lunar en tu cuerpo y acudir al médico especialista en piel (dermatólogo) si notas cualesquiera de los siguientes cambios:
Que el lunar se haga más grande
Que se sienta rugoso o rasposo al tacto
Que se vuelva duro y abultado
Que tengas comezón en el lunar
Que haya cambios de color, el lunar se torne
negro – azuloso
Que haya salida de sangre o algún
líquido del lunar
El ABCD de los lunares
Hay otras características que se deben tomar en cuenta en relación a los lunares que los médicos especialistas en la piel han llamado la regla del ABCD, que sirve para valorar la apariencia de los lunares y para alertarnos sobre cuando debemos acudir al médico de forma inmediata, sin embargo hay melanomas con diferente apariencia
Apariencia del lunar
Asimetría: Los lunares deben tener la misma forma en ambos lados, cuando el lunar cambia de forma en uno de los lados; es decir es de forma irregular, es un signo de alarma.
Bordes : Los lunares normalmente tienen bordes regulares, un lunar con bordes irregulares es una señal de que puede haber cáncer.
Color:Debe ser igual en todo el lunar, cuando hay una mancha oscura o hay variaciones en el color del lunar que van desde el rojo, blanco, negro, es un dato de alerta.
Diámetro: Su tamaño no debe de rebasar el medio centímetro, si se detecta un rápido crecimiento del lunar, también se considera como un dato de alarma.
Imágenes del Instituto Nacional del Cáncer en EEUU,NCI
¡Cuidado con los lunares en estos lugares!
Además, si tienes un lunar con las características antes descritas en el tronco (pecho y espalda), piernas, palmas de las manos, plantas de los pies, debajo de las uñas, ojos, boca, genitales e incluso área anal, piel cabelluda y senos, debes acudir con un médico especialista en la piel para que los revise. En estas zonas es donde se presenta con más frecuencia el melanoma.
También existen algunas otras condiciones que nos hacen susceptibles de desarrollar cáncer de piel de tipo melanoma que deben tomarse en cuenta:
Exponernos intensamente a la luz solar
Tener familiares con muchos lunares o que tu tengas muchos lunares (hasta 100)
Que en tu familia hayan tenido o fallecido
de melanoma
Si tienes piel muy blanca, pecas y cabello claro
Si notas que te salen lunares despues
de los 35 años
¿Qué hacer para prevenir el cáncer de piel de tipo melanoma?
Aunque en la actualidad hay mejores tratamientos para el cáncer de piel tipo melanoma, lo mejor es prevenirlo o, en su defecto, detectarlo al inicio de la enfermedad para evitar consecuencias fatales. Es importante que revises tus lunares de manera cotidiana buscando algún cambio en ellos, se recomienda un examen una vez al año por parte del médico especialista. Si se detecta algún cambio en los lunares ya existentes o aparece un nuevo lunar después de los 40 años es mejor retirarlos.
En caso de que el médico considere a un lunar como sospechoso, extraerá una muestra de la piel (se conoce como biopsia) para examinarla y determinar si se trata de cáncer o no. La importancia de un diagnóstico temprano es que el tratamiento es más sencillo, basta con quitar completamente la zona de piel donde esté el cáncer para que el paciente esté libre de esta enfermedad, además de que se evita el riesgo de muerte.
También debe establecerse una rutina diaria de protección de la piel de las radiaciones solares como utilizar gafas de sol, sombrero, ropa protectora y crema solar protectora; estas recomendaciones te protegerán no solo del cáncer de piel tipo Melanoma, también del tipo no melanoma (más frecuente).
Si bien la mayoría de los lunares nunca causarán ningún problema, es importante familiarizarte con tu piel y auto-examinarla por lo menos una vez al mes para detectar cualquier cambio en las características de tus lunares, pecas u otras marcas de la piel.
¡Si detectas algún cambio, acude de manera inmediata con el médico especialista en la piel!
Domínguez, J. (2017). El ABCD de los lunares. +salud FacMed. www.massaludfacmed.unam.mx/?p=5836-(2018)
Lunares comunes, nevos displásicos y el riesgo de melanoma. Instituto Nacional del Cáncer. https://www.cancer.gov/espanol/tipos/piel/hoja-informativa-lunares
Kopf, A. (2013). Nevos displásicos (lunares atípicos). Fundación de cáncer de piel. http://cancerdepiel.org/cancer-de-piel/nevos-displasicos
Berenice Alcalá Mota Velazco es estudiante de la Maestría en Ciencias de la Salud, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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