Prebióticos y Bacterias Intestinales

Escrito por Emiliano Salvucci

Los prebióticos son componentes de los alimentos, carbohidratos no digeribles que afectan de manera beneficiosa al organismo (ver Saber Más 27:33). Estos beneficios resultan de su capacidad de estimular selectivamente el crecimiento y/o la actividad de un número limitado de bacterias en el colon como Bifidobacterium y Lactobacillus, en relación con otras especies bacterianas. Los prebióticos son fermentados por estos microorganismos debido a la producción de distintas enzimas específicas.

El desarrollo de estas bacterias redunda en beneficios como la mejora de la pared intestinal, reducción de inflamación y regulación del sistema inmune y neuroendocrino, al influir el metabolismo de hormonas y neurotransmisores.

 Los prebióticos más estudiados son los fructooligosacáridos y galactooligosacáridos presentes en alimentos como bananas, alcachofas, raíz de achicoria, cebolla, cereales o yacón (raíz andina). Otros prebióticos de interés actual son los arabinoxilanos, componentes de la fibra dietaria presente en el salvado de cereales.

 

Los prebióticos y el microbioma intestinal

 Los prebióticos pueden cambiar, modular o regular el microbioma intestinal. El microbioma es el conjunto de microorganismos asociados al ser humano. No estamos constituidos solamente por las células humanas sino por el conjunto de microorganismos que nos acompañan desde nuestra aparición como especie.

A partir de la fibra dietaria los microorganismos generan distintos tipos de ácidos grasos. Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) más importantes son butirato, propionato y acetato. El butirato es la principal fuente de energía de las células del colon, cuyo desarrollo establece una barrera intestinal saludable.  Los AGCC “alimentan” a las células intestinales, pero además tienen otros efectos a largo plazo al interactuar con distintos receptores proteicos a nivel del intestino y participan en la prevención de procesos inflamatorios.

Por otra parte, estos ácidos grasos pueden pasar a través del epitelio e interactuar con las células del tejido inmunológico que abundan en el intestino. Allí se concentra el 80% del tejido inmunológico lo que convierte al microbioma-intestino como un órgano que no solo tiene como función la digestión y absorción de nutrientes, sino una función inmunológica fundamental.

La dieta y los microorganismos que conviven con el ser humano son factores que pueden definir la salud. La incidencia de un grupo de enfermedades ha aumentado desde la era industrial y están relacionadas a alteraciones inmunológicas e inflamatorias y son consideradas las nuevas epidemias. Entre ellas se pueden encontrar el asma, enfermedades inflamatorias intestinales, Crohn, diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2, artritis y alergias, aunque la lista se sigue extendiendo a medida que avanzan las investigaciones. Se caracterizan por presentar un sistema inmune híper reactivo que puede atribuirse a una perdida evolutiva de parte de los microorganismos que constituían un microbioma ancestral.

Recientemente se ha caracterizado el microbioma de una tribu cazadora recolectora de Tanzania, los Hazda. Ellos tienen un microbioma más diverso y un menor estrés inmunológico que el microbioma de personas acostumbrados a una dieta occidental baja en fibras y alta en grasas. Estas diferencias tienen implicación en la salud, ya que el perfil encontrado en los Hazda otorga más protección frente a las enfermedades observadas en el mundo occidental y presentan menos carga de patógenos. La dieta Hazda consiste en alimentos ricos en fibras. 

Prebióticos y salud

La combinación del uso de prebióticos y bacterias benéficas ha resultado en tratamientos exitosos en reducción de tumores y lesiones preneoplásicas, hiperglucemia crónica y resistencia a insulina presente en alteraciones metabólicas y diabetes. Por ello, es motivo de investigación el evaluar sus capacidades benéficas, preventivas o terapéuticas, en otras enfermedades que se caracterizan por presentar alteraciones de los niveles de microorganismos intestinales o los metabolitos generados.

 Los intentos occidentales de “reestablecer” el microbioma siguen estando muy lejos de la diversidad observada en los cazadores recolectores. La dieta ancestral se relaciona a un estado de salud que protege de obesidad y enfermedades metabólicas. El camino de asilvestrar la dieta, parece el más adecuado para prevenir enfermedades. Incorporar mayor cantidad de fibra a la dieta, es decir, de prebióticos es aconsejable para mantener un estado de salud adecuado (ver Saber Más 7:4-5).  

Saber más:

http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/167/el-microbioma-humano

Samuel A. et al., Seasonal cycling in the gut microbiome of the Hadza hunter-gatherers of Tanzania, Science, Vol. 357, No. 6353. pp. 802-806, doi:10.1126/science.aan4834. http://science.sciencemag.org/content/357/6353/802

El Dr. Emiliano Salvucci Es microbiólogo e investigador en el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de Córdoba (ICYTAC) que forma parte de CONICET y la universidad Nacional de Córdoba, en Argentina. Actualmente trabaja en el estudio de prebióticos de diferentes alimentos que pueden promover un efecto benéfico en la salud a través de cambios en los microorganismos intestinales. Muchas enfermedades actuales se asocian a alteraciones en la microbiota, por lo que comprender como modularla abre la posibilidad de tratamientos naturales para aliviar síntomas y modificar el curso de las enfermedades.