Comprando plagas

Escrito por Patricia Yazmín Mayoral Loera

Estaba por amanecer y me dispuse a preparar el desayuno, cuando encendí la luz de la cocina y por alguna razón miré al techo, no se imaginan el disgusto y la impresión que me llevé cuando observé:

-al menos, 10 larvas paseándose de un lado a otro-

Revisé inmediatamente la cubeta con tapa donde tengo la materia orgánica para hacer composta, busqué aquí y allá restos de comida echada a perder, y nada. De muy mala gana eliminé las que creí que eran todas las larvas. Horas después, revisé el techo de la cocina y ¡ahí estaban de nuevo! otra vez una decena de larvas distribuidas en todo mi techo. Revisé mi cocina, toda según yo, una y otra vez, y aunque aparentemente lo hice bien no conseguí ver de dónde “surgían” los animaluchos.

Por la noche, obsesionada a esas alturas con el tema de las larvas, bajé a revisar el techo y ¡ahí estaba! un insecto que podría ser el origen del desastre. Parecía ser una palomilla pero no estaba segura de que ella fuera la causante de mi angustia de las últimas horas, pero me dediqué a observarla y entonces vi que se escondía en una fisura minúscula del mueble de la alacena, que es de madera.

Me dediqué a cazar los molestos bichos, larvas y adultos, y me di cuenta de que las primeras no bajaban al suelo, permanecían siempre en el techo, y a las palomillas las veía solamente por la tarde noche, son de hábitos nocturnos y se sienten atraídos por la luz, de modo que les seguí la pista … su escondite estaba en mi alacena, entre la caja de arroz que no me terminé y la bolsa de harina de trigo mal cerrada que ya no utilicé, aunque también tenía otros alimentos.

Resulta que el animalito que habitaba mi cocina es la “palomilla de la harina” cuyo nombre científico es Plodia interpunctella Hubner (Pyralidae) (Figura 1A). De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se trata de una verdadera plaga que, aunque originaria de Europa, actualmente se encuentra en todo el mundo. La FAO considera a este amigo indeseable como una plaga secundaria de granos secos, y una plaga primaria de harinas y frutas secas. Es decir, podemos encontrar este animalito en paquetes mal cerrados de harina, frutos secos y frutas deshidratadas, principalmente.

Los frutos secos se denominan así porque están compuestos de menos de 50% de agua y son comúnmente conocidos como pistaches, nueces, cacahuates, almendras, avellanas, piñones, que están rodeados por cáscara dura o como frutas deshidratadas en el caso de las ciruelas, ciruelas pasas y dátiles, entre otros.

De acuerdo con el Consejo Internacional de frutos secos y nueces fruta deshidratada, la producción de este tipo de alimento ha aumentado en los últimos años. Para 2004, por ejemplo el consumo de frutos secos se elevó en 56% y el de fruta deshidratada en 24%, lo mismo que su producción que aumentó a 55% en los primeros y 22% para los segundos. Estados Unidos, Turquía e Irán son los principales productores de frutos deshidratados y secos, e India, Reino Unido y Alemania sus principales importadores, mientras que de frutos secos son los Países Bajos, Alemania, México, Estados Unidos y China principalmente.

La contaminación de estos alimentos, por plagas, reporta pérdidas económicas importantes porque los organismos se alimentan del embrión de los granos destinados a semilla y contamina los productos con sus deyecciones y con telas, en los hogares “solo” destruye los nervios de cualquiera porque son difíciles de eliminar en un primer intento.

Las hembras de estos simpáticos animalitos depositan de 100 a 500 huevos aislados o en grupo. El paso de huevo a adulto dura más o menos 26 días y sobrevive a temperaturas superiores a 10 °C. Su larva es más bien de color blanco o rosado, mide aproximadamente 13 mm y tiene tres diminutos pares de patas verdaderas y cuatro falsas (Figura 1B). Las larvas secretan una tela que les permite trasladarse de un lado a otro y en la cual se envuelven en estado de pupa (Figura 1C). El organismo adulto tiene las alas delanteras de un color gris claro y café cobrizo y son de corta vida. Algunos estudios, sin embargo, han demostrado que algunas de las características mencionadas pueden fluctuar debido a que esas polillas tienen una biología muy variable que depende en gran medida de las características de los alimentos en los cuales se hospedan y no es lo mismo si se alimentan de nueces y pistaches, que de harina, por ejemplo.

Aun cuando la Secretaría de Economía en su página en línea reporta que los precios máximos de nueces en sus distintas variedades ostenta un precio de $120.00 la realidad es muy distinta y sus precios a la venta al menudeo están por encima de los $200.00, en productos de este tipo, a granel, mientras que en productos envasados de origen su precio se eleva aún más, motivo por el cual muchas personas optan por adquirir los productos en su modalidad más económica.

Resulta que, en casa, la mejor forma de prevenir la invasión de estos animales es teniendo la precaución de la forma en que adquirimos este tipo de alimento para nuestro consumo, asegurándonos que estén en recipientes bien cerrados y almacenándolos nosotros de la misma forma. Estos bichos no “nacen de la harina” como me dijo mi abuela, seguramente los traje a casa el día que, por ahorrarme unos pesos, decidí comprar pistaches a granel y, aunque al llegar a casa los guardé en un bote y tapé bien, ya venían los huevecillos ahí que no se ven a simple vista ¡qué asco!

En fin, ¿cómo me deshice de la plaga? Eliminando los posibles focos de infección como harinas, cereales y frutos secos que tenía previamente almacenados, lavando con agua tibia y jabón recipientes y muebles y usando mucho vinagre blanco repetidamente para limpiar las zonas donde guardo comida, incluyendo bisagras y superficies externas. Desde luego que a escalas industriales esto no funciona y los grandes almacenes deben recurrir a estrategias que incluyen el uso de químicos y otro tipo de estrategias de control biológico pero para una plaga casera mi estrategia resultó suficiente.

El final feliz es que después de varios días de bajar a revisar el techo de mi cocina y revisar con cierta angustia la alacena no he vuelto a encontrar ni larvas ni palomillas.

Para Saber más:

http://www.nutfruit.org

http://www.economia-sniim.gob.mx/nuevo/

http://entomology.ca.uky.edu/ef612esp

http://www.fao.org/docrep/X5030S/x5030S02.htm

http://www.fao.org/3/a-av013e.pdf

http://www.fao.org/docrep/017/aq028s/aq028s.pdf

http://entnemdept.ufl.edu/creatures/urban/stored/indianmeal_moth.htm

https://naldc.nal.usda.gov/download/13139/PDF

http://idl.entomology.cornell.edu/files/2013/11/Indian-Meal-Moth-2e39cw4.pdf

http://www.e-consulta.com/nota/2015-08-12/economia/aumenta-la-produccion-y-consumo-de-frutos-secos-en-el-mundo 

Patricia Yazmín Mayoral Loera

Técnico académico. Instituto de Ecología, A.C., Centro Regional del Bajío, Pátzcuaro, Michoacán. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.