Empecemos diciendo a qué Monarcas me refiero, a esos vistosos insectos de amplias alas de colores naranja, negro y blanco ¡Las Mariposas Monarca!
Estas mariposas son conocidas por su espectacular migración de Canadá y Estados Unidos a México cada año, y por el brillante diseño de colores en sus alas. Esos colores resplandecientes son una señal para las aves y otros posibles predadores de que la mariposa puede ser venenosa.
Las Mariposas Monarca adultas se alimentan obteniendo el néctar de una gran diversidad de flores como las del trébol rojo, cardo, lantana, lila y vara de oro, de las que consumen azúcares y otras sustancias que les aportan energía; es necesario que estas florezcan en primavera y otoño, que es cuando necesitan más energía para la migración ya sea hacia el norte o hacia el sur. Sin embargo, las flores no son lo único que alimenta a las Monarca adultas, también pueden consumir agua y alimento líquido, incluyendo los derivados o extraídos de frutos como naranja, uva y frutillas.
Con esto nos damos cuenta que la abundancia de flores que les aportan néctar es fundamental para la migración. De hecho sus rutas migratorias coinciden con grandes zonas donde las flores con néctar pueden darles las suficientes reservas de grasa que necesitan para tan largo viaje.
Mariposa Monarca (Danaus plexippus) con el típico patrón de colores en sus alas (naranja, negro y blanco), fácilmente reconocible, con una envergadura en ocasiones superior a los 10 cm. (Foto: María de la Paz Ceja Adame) |
Ciclo de vida de las Mariposas Monarca
La Mariposas Monarca presentan un ciclo de vida muy variable -entre menos de un mes y nueve meses- Los adultos que nacen en primavera y verano viven alrededor de cuatro semanas; en cambio, la generación migratoria, que generalmente nace en septiembre, puede vivir hasta nueve meses. A éstas se les conoce como generación “Matusalén”, ya que son las que hacen el viaje de ida y vuelta. Son la segunda o la tercera generación las que alcanzan la completa migración y distribución de la Monarca. Este periodo de vida es 12 veces más que la mayoría de las mariposas, las que comúnmente viven solo 24 días.
Las mariposas Monarca adultas llegan a los bosques de oyamel en México, como los del Estado de México y Michoacán, viajando alrededor de 5000 km para pasar el invierno por un periodo de 5 meses. Al hibernar, las Mariposas Monarca se agrupan durante las noches, días nublados y lluviosos, formando grandes racimos, lo que les permite conservar el calor. A pesar de su sangre fría, la Monarca en su etapa de letargo ajusta la temperatura de su cuerpo conservando una gran cantidad de energía y grasa que almacena para su procreación y su regreso.
Para finales del mes de febrero, cuando la temperatura aumenta en los bosques y los días son más largos, es cuando las Mariposas Monarca tienen su etapa de reproducción, buscan el néctar de las flores para conseguir la acumulación de energía y emprender su regreso. Durante el regreso al norte, dejan sus huevecillos bajo las hojas de un solo tipo de plantas llamadas asclepias, donde una vez que nacen y maduran las larvas, comienzan el periodo de metamorfosis. Estas nuevas Monarca continúan el viaje a Norteamérica, otra nueva generación se produce en julio para que sus crías nazcan en septiembre e iniciar una nueva migración a México.
El ciclo de vida de esta mariposa inicia con la puesta de huevecillos en el envés de las hojas de asclepias, de manera individual (no en grupos), y al cabo de siete a doce días nacen las orugas que se alimentarán de la planta. Cada oruga se desarrolla y cambia hasta 5 veces (mudas) hasta llegar a la madurez, etapa en la que se fija a una rama o cualquier soporte, donde teje un fino capullo, denominado crisálida, en la cual se da el proceso de metamorfosis que dura aproximadamente doce días. Al salir de su capullo, la oruga se convierte en una bella mariposa Monarca.
¿Por qué las Mariposas Monarca prefieren las asclepias?
Además de la etapa de hibernación, la etapa de nacimiento, crecimiento y desarrollo de las orugas, es una de las más limitantes para la supervivencia de las mariposas Monarca, debido a que dependen principalmente de un solo tipo de planta para conseguir su alimento. Estas plantas son conocidas como asclepias, de las que existen alrededor de 130 especies (Asclepias spp.), de las que aproximadamente 70 crecen en Canadá y Estados Unidos, y el resto en México y centro América.
Mariposa monarca doblando el abdomen en el envés de una hoja de Asclepias curassavica para colocar un huevecillo. |
Las asclepias son plantas de la familia Apocynaceae, consideradas oportunistas que crecen en zonas perturbadas, a lo largo de las carreteras y en campos de cultivo y son consideradas malezas que compiten con las plantaciones agrícolas. Sin embargo, la Monarca también se alimenta de otras especies emparentadas con Asclepias, aunque en menor medida, como Sarcostemma, Cynanchum y Matelea.
Las mariposas Monarca se sienten atraídas por algunas especies de asclepias, principalmente porque tienen ciertos compuestos químicos que ellas prefieren o necesitan. Cuando las larvas de monarca se comen esta planta con estos compuestos, se convierten en tóxicas para los depredadores potenciales. Además, las orugas de la Mariposa Monarca al alimentarse de las hojas de las asclepias, éstas les proporcionan los vivos colores de sus alas. Así, las orugas al alimentarse asimilan los compuestos producidos por la planta, adquiriendo un olor y sabor desagradables para todo tipo de depredadores como reptiles, aves o pequeños mamíferos.
Las dos especies que más prefieren son Asclepias amplexicaulis que habita en el este de Norteamérica y Asclepias californica que encontramos en el oeste. Pero, al parecer la especie A. syriaca es una de las principales fuentes de alimento de las orugas en Norteamérica, sobre todo para la generación “Matusalén”.
En México, específicamente en Michoacán abunda A. curassavica, conocida como lengua de vaca o algodoncillo, este último nombre debido a que sus semillas cuando son liberadas de un fruto tipo folículo, presentan una estructura semejante al algodón. Los compuestos producidos por estas plantas son glucósidos cardíacos, también llamados cardenólidos, a los que se le atribuyen las propiedades tóxicas que las Monarca presentan.
Los cardenólidos son un tipo de esteroides vegetales que incluyen a los glucósidos cardíacos (compuestos que contienen en su estructura derivados de azúcares), uno de ellos es la digitoxina, que se utiliza como medicamento en terapias de enfermedades cardiovasculares. Su consumo provoca náusea, vómito, diarrea y arritmias cardiacas en los vertebrados. Los niveles de cardenólidos varían dentro de una misma especie de asclepias y también de una especie a otra, y su producción puede inducirse mediante daños a la planta o ingestión por herbívoros.
Algunas investigaciones han demostrado que las orugas de las mariposas Monarca al obtener estos compuestos, eliminan de sus intestinos algunos parásitos mortales para ellas como el protozoario Ophryocystis elektroscirrha, que pueden persistir cuando se convierten en Monarcas adultas. Si éste no es eliminado, una hembra infectada pasa los parásitos cuando pone los huevos y las crías cuando son adultas, mueren. Aún si la mariposa sobrevive, no puede volar por período largos como las mariposas que no están infectadas.
Planta con flores, fruto y semillas de Asclepias curassavica (algodoncillo) |
Es por ello, que sin algodoncillo (Asclepias spp), las larvas de la Mariposa Monarca no serían capaces de convertirse en adultos sanos y éstos, no se defenderían de sus predadores. Aunque la conservación de la Mariposa Monarca se ha concentrado en los sitios de hibernación, es evidente que para mantener un fenómeno migratorio es necesario conservar todas sus partes, una de ellas es la conservación de las poblaciones reproductoras, donde resalta la importancia de mantener los campos de Asclepias spp.
En Norteamérica, los algodoncillos debido a que son considerados malezas que reducen la producción agrícola y además son tóxicas para el ganado, han sido combatidos y eliminados de los campos agrícolas a partir de los años 70’s, mediante el uso de herbicidas cada vez más poderosos; la expansión de los campos de cultivo y el crecimiento de las zonas urbanas ha resultado en la reducción del hábitat de la Mariposa Monarca. Se conoce que estas prácticas han provocado la disminución del 58% de la abundancia de las diferentes especies de Asclepias, resultando una reducción de hasta un 81% en la abundancia de Monarcas de 1999 a 2010.
Si disminuye o se pierde esta relación entre las Mariposas Monarca y Asclepias spp., está en riesgo la población de estos bellos insectos, que además son importantes polinizadores, ya que a través de su migración mueven el polen de diversas plantas, promoviendo así la diversidad genética de las plantas.
Se agradece a SIRUKI EDUCACIÓN AMBIENTAL, A.C., por las imágenes y video utilizados en este artículo (http://sirukiac.wixsite.com/educacion-ambiental).
Plan de América del Norte para la conservación de la mariposa monarca. 2008. Comisión para la Cooperación Ambiental.
http://www3.cec.org/islandora/es/item/2350-north-american-monarch-conservation-plan-es.pdf
Algodoncillo (Asclepias curassavica)
http://conabio.inaturalist.org/taxa/75602-Asclepias-curassavica
Soy Monarca, conoce la riqueza natural de México.
http://www.soymonarca.mx/acciones.html
Las Mariposas Monarca Morelianas. 2016. Siruki Educación Ambiental, A.C. http://sirukiac.wixsite.com/educacion-ambiental/single-post/2016/01/05/LAS-MARIPOSAS-MONARCAS-MORELIANAS
Rafael Salgado Garciglia
Es Profesor Investigador del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, responsable del Laboratorio de Biotecnología Vegetal desde 1993. Entre sus principales líneas de investigación están el estudio de sistemas in vitro para la propagación y conservación de plantas en riesgo de extinción, y la búsqueda de compuestos bioactivos de plantas.