PECES CRÍPTICOS

Escrito por Eloísa Torres Hernández, Carmen del Rocío Pedraza Marrón y Omar Domínguez Domínguez

¿Conoces los peces crípticos arrecifales?

Seguramente lo primero que se te viene a la mente es que nunca habías escuchado de ellos… ¿Qué es eso de críptico? No te preocupes, incluso investigadores que se dedican al estudio de los peces marinos en los arrecifes no los ven con facilidad y en muchas investigaciones e inventarios no son tomados en cuenta…

Pero, si! Ahí están y son muy importantes.

¿Cuáles son los peces crípticos?

El término críptico proviene del griego kryptikos, que significa oculto. Los peces crípticos o criptobénticos se caracterizan por su pequeño tamaño (en general no más de 10 cm de longitud). Se les llama así porque tienen hábitos crípticos, es decir, se mantienen ocultos o tienen una coloración similar al medio en el que habitan (Figura 1). Esta excelente capacidad de mimetizarse con el medio que los rodea, los hace difíciles de observar y por lo tanto su identificación y cuantificación es complicada. Estas características han provocado que los estudios que se realizan para conocer más acerca de estos peces sean escasos.

Los peces crípticos están integrados principalmente por especies pertenecientes a varias familias: Antennariidae (peces sapo), Chaenopsidae (tubícolas), Blenniidae (blénidos), Tripterygiidae (triple aleta), Labrisomidae (trambollos), Apogonidae (cardenales), Gobiesocidae (chupa piedra) y Gobiidae (gobios); esta última es la familia más numerosa de peces marinos del mundo, con  más de 1500 especies. Como casi todo en biología, existen excepciones a la regla, y dentro de este grupo “críptico” pueden entrar especies que no cumplan estrictamente con las características antes descritas, tal es el caso del tamaño, pues existen especies de la familia Antennariidae o Scorpaenidae (peces roca o escorpión) que pueden llegar a crecer más de 10 cm y sin embargo, son consideradas crípticas.

¿En dónde podemos encontrar a los peces crípticos?

Estos peces viven principalmente en los arrecifes rocosos y coralinos alrededor del mundo. Los podemos encontrar escondidos dentro de pequeñas oquedades, sobre corales, dentro de tubos de otros organismos como gusanos poliquetos o pueden habitar en agujeros que ellos mismos excavan en la arena. Un ejemplo de esto, son los trambollos, los cuales viven dentro de conchas vacías de balanos (Figura 2). Algunos gobios se les encuentra siempre alrededor de un tipo específico de erizo de mar. En cuanto a la posición que ocupan en la columna de agua, podemos encontrarlos en pozas de marea o en aguas someras cerca de la costa, hasta aguas muy profundas.

Importancia del estudio de peces crípticos

Se ha demostrado que el estudio de peces arrecifales por medio de censos visuales, - es decir, recorrer el arrecife y contabilizar lo que la persona vaya observando-, no logra cuantificar la diversidad de peces crípticos y en muchas ocasiones se dejan de lado, subestimándose la diversidad real de un arrecife hasta en un 50%, o sea que la mayoría de los trabajos solo cuantifican la mitad de las especies que en realidad habitan dicho arrecife, esto es un gran sesgo no crees?, lo que habla de la importancia de estas especies en el arrecife.

Más aun, debido a su pequeño tamaño, baja movilidad y a que muchas de las especies que recaen en este grupo presentan cuidado parental –los machos o las hembras cuidan los huevecillos hasta su eclosión e incluso algunos cuidan a las crías-, los peces crípticos se mueven poco entre arrecifes. Muchas de las especies crípticas son endémicas de una determinada zona o región, lo cual enriquece la diversidad de los arrecifes y resalta la importancia de estas especies para la diversidad de una región.

Además, tienen una importancia ecológica ya que son el eslabón entre organismos invertebrados y peces de tallas mayores o conspicuos, por lo que tienen un gran peso en la dinámica del arrecife. En cuanto a las relaciones con otros organismos en el arrecife, los peces crípticos como algunos gobios o blénidos son limpiadores de otros peces mayores, es decir, se alimentan de pequeños crustáceos u otros organismos que parasitan a estos peces, ofreciendo así un servicio de limpieza. Otros peces crípticos, como algunos gobios, suelen establecer relaciones simbióticas con otros organismos; un ejemplo clásico es el del camarón pistola (Figura 3).  El camarón pistola excava, construye y limpia la guarida en la arena en la que ambos vivirán juntos. El camarón es casi ciego, lo que lo hace vulnerable a los depredadores, por lo que siempre se mantiene cerca y en contacto con el gobio, tocándolo con sus antenas. El gobio, que tiene mejor vista, alerta del peligro al camarón mediante un característico movimiento de su cola y ambos entran rápidamente a la seguridad de su guarida. Debido a todas las características mencionadas en este texto, los peces crípticos se consideran buenos indicadores de la salud de un ecosistema marino, pues algunos son tan especialistas que algún cambio en el ambiente puede afectar de manera considerable a estos peces.

En México se tienen pocos estudios acerca de peces crípticos, por lo que queda mucho por hacer para conocer y entender esta comunidad de peces que muchas personas no saben que existe. Incluso aún se tienen muchas especies por descubrir, especies que no han sido descritas para la ciencia y que por lo tanto no existen para el hombre, por lo que, si no sabemos lo que tenemos, como podemos abogar por su conservación.

Grupos más representativos de peces crípticos en el Caribe:

Peces sapo o peces antena (Antennariidae). Estos peces se caracterizan porque sus aletas pectorales tienen la apariencia de un brazo, con una articulación en forma de codo. La primera espina dorsal está modificada en forma de caña de pescar, conocida como illicum que tiene un señuelo en su extremo llamado esca, con el cual engañan a sus presas haciéndolas creer que es una presa. Para ello mueven vigorosamente el illicum para atraer a sus presas y capturarlas. Pueden tragar presas más grandes que ellos mismos ya que su abdomen es capaz de expandirse

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Trambollitos (Chaenopsidae). Los trambollitos son peces pequeños, sin escamas, su cabeza es espinosa o áspera, con cirros en las narinas, en los ojos (muy desarrollados, grandes) y algunas veces en la nuca. Buscan refugios permanentes en conchas desocupadas, o en túbulos de ciertas lombrices y moluscos. Presentan dimorfismo sexual, los machos son de colores brillantes y aletas dorsales más altas.

Blenios (Blenniidae). Algunas especies de esta familia pueden recorrer distancias cortas entre pozas de marea por lo que tambien se les conoce como saltarines de rocas. Presentan un cuerpo alargado, sin escamas y una aleta dorsal continua de base muy larga. Muchos tienen cirros en la narina, en la nuca y en los ojos (en algunos la forma del cirro asemeja forma de manita). Se distribuyen alrededor del mundo en aguas tropicales y calidas templadas generalmente a una profundidad menor de 20 m.

Peces tres aletas (Tripterygiidae). Su nombre se debe a que estos peces tienen la aleta dorsal dividida en tres partes. Presentan colores crípticos o semitransparentes. Viven en la superficie de los arrecifes, frecuentemente en áreas con vegetación, o en  formaciones rocosas en el océano. Presentan dimorfismo sexual ya que los machos y las hembras de  la misma especie son de colores distintos. Estos peces se pueden encontrar alrededor del mundo desde pozas de marea en la costa hasta 40m de profundidad.

Trambollos o Chalacos (Labrisomidae). Estos peces tienen el cuerpo alargado y delgado con escamas en el cuerpo. La mayoría presentan una coloración críptica con el fondo. Algunas especies tienen cirros en la nuca, narinas y arriba de los ojos. Se encuentran en los mares tropicales y cálidos templados del oeste del océano Atlántico y del este del Pacífico, en arrecifes y formaciones rocosas poco profundas. Algunas especies tienen la particularidad de ser viviparas, es decir, no ponen huevos sus crías nacen vivas como pequeñas réplicas del adulto.

Gobios (Gobiidae). Se trata de la familia más numerosa de peces marinos del mundo, la cual comprende peces con una gran variación en tamaño, coloración y forma del cuerpo, sin embargo, la mayoría de estos son peces alargados. Las aletas pélvicas pueden estar fusionadas formando una ventosa que les ayuda a sujetarse a las piedras, por lo que son amantes de las zonas con fuertes corrientes u oleaje. Muchas de las especies se encuentran en fondos arenosos o de barro y pueden encontrarse en pozas de marea o aguas someras cerca de la orilla hasta al menos 150 m de profundidad.

Chupa piedra (Gobiesocidae). Son pequeños peces que están aplanados dorsoventralmente, carecen de escamas, secretan grandes cantidades de moco y tienen una compleja ventosa ventral situada bajo las pectorales formada por las aletas pélvicas modificadas. Esta ventosa les ayuda ha adherirse a sustratos duros, plantas  y a subirse a invertebrados sésiles. Por esta cualidad de adherirse se les puede encontrar en áreas sujetas a las olas o las mareas. Su tamaño y coloración los hace difíciles de observar.

Peces roca o peces escorpión (Scorpaenidae). Los peces pertenecientes a esta familia poseen una cabeza relativamente grande y espinosa. Son peces depredadores que viven en el fondo y habitan en gran variedad de profundidades, desde pozas de marea hasta abismos oceánicos. La mayoría viven en cuevas o grietas. Presentan una gran variedad de coloraciones que se confunden con el medio, por lo que pasan inadvertidos para sus presas. Las espinas dorsales, anales y pélvicas son venenosas Hay que tener mucho cuidado debido a que una picadura demás de doler en el momento el efecto es fuerte y en algunas ocasiones puede ser grave y causar problemas serios de salud, por lo que hay que tener mucho cuidado y ver donde pisas y lo que tocas.

Glosario

Cirro: protuberancia pequeña, delgada, carnosa y flexible, con funciones sensoriales.

Dimorfismo sexual: variaciones morfológicas entre el macho y la hembra de una misma especie.

Esca: estructura que aparenta ser la carnada de la caña de pescar (illicum) de los peces sapo.

Espina: formación ósea no segmentada que soportan las aletas.

Illicum: estructura con forma de caña de pescar que utilizan los peces sapo para atraer a sus presas.

Mimetismo: habilidad que poseen algunos organismos vivos de asemejarse a su entorno.

Narinas: aberturas nasales en los peces.

Oquedad: Hueco o cavidad en un cuerpo sólido.

Biol. Eloísa Torres Hernández, Biol. Carmen del Rocío Pedraza Marrón y Dr. Omar Domínguez Domínguez del Laboratorio de Biología Acuática, Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.