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Año 12 /Enero- Febrero/ No. 67 U.M.S.N.H.
enseñanza a distancia, empleando la tecnología al colar que terminaba. Muchos meses habían pasa-
alcance en tareas que, de manera inicial, parecían do desde la última vez que estuvo ahí para impartir
más enfocadas a mantener ocupados a los estu- clases. Con el cubrebocas puesto, como es debido
diantes y actuar ante la emergencia (una inespera- y desinfectante, llegó a la parada para esperar su
da emergencia), que en conseguir el desarrollo de transporte que, curiosamente, tardó una hora en
aprendizaje significativo. Este cuento lo recojo de pasar. Hay cosas que no cambian —dijo para sí mien-
mi experiencia personal sobre las actividades rea- tras el transporte recorría su ruta—. Después de 45
lizadas y los mensajes que se conocieron a través de minutos llegó a su escuela. La hierba había crecido
las redes sociales; analizo algunos de ellos y resalto y había fango debido a las lluvias de aquellos días,
la efectividad del ejercicio de enseñanza para los pero el plantel lucía radiante. Aunque no se quitó
estudiantes y sus profesores, quienes en conjunto, el cubrebocas, estar en ese recinto y mirar caras
seguro presentan un ánimo renovado para regresar conocidas fue, en definitiva, una bocanada de aire
a la tan anhelada normalidad. fresco. Entró a su aula y miró el calendario —jueves
19 de marzo de 2020—, una hojita que era un recor-
¿Un regreso anhelado? datorio de todo lo que había ocurrido en 20 meses,
Estaba proFer un día sentado desayunando pero sobre todo, del tiempo que había pasado, los
cereal con leche mientras miraba el noticiero. Las rostros que solían estar en ese espacio, las voces
notas trataban sobre el cochino coronavirus; el pla- que llenaban el aire y las sombras de quienes solían
neta tierra ya le había dado más de una vuelta com- estar ahí.
pleta al sol y el tema persistía. La presentado-
ra mencionaba la importancia de vacunarse,
no solo para los adultos mayores, sino tam-
bién para todos aquellos sectores de la po-
blación que fueran recibiendo «el banderazo»
para hacerlo. Y cuando me vacuné, el COVID
todavía estaba ahí —pensó mientras veía los
reportajes—. Todo parecía indicar que el re-
greso a la nueva normalidad sería hasta mar-
zo del año 2022, lo cierto es que esta oportu-
nidad cambiaba dependiendo del mes en que
se contemplaran las posibilidades.
A finales de mayo de 2021, por ejemplo,
todo se miraba muy bien, ya que el proceso
de vacunación avanzaba satisfactoriamente y
los casos reportados iban a la baja. En junio, el
panorama seguía siendo esperanzador, pues
los hospitales ya no estaban saturados y la
posibilidad de regresar a clases en la segun-
da mitad del año era más bien una realidad
cercana, ya casi se podía respirar. Y ¡Pum! Ese
«respirar» seguro que no usaba cubrebocas,
porque durante la primera mitad del mes de
julio se reportaron aumentos en los conta-
gios, una nueva variante del virus (delta, le lla-
maron) y una tercera ola de COVID que, una
vez más, ponía en jaque a nuestro querido y
ya lastimado México. ¿Vamos a regresar a las
aulas el siguiente ciclo escolar? Sí, claro, pero
¿Cuándo?
Salió proFer de su morada para acudir a
su plantel, debía firmar las actas del ciclo es- https://pixabay.com/es/photos/estudiante-escuela-primer-d%-
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