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Año 13 /Mayo - Junio/ No. 75 U.M.S.N.H.
En las últimas décadas, se ha descubierto que que un kilogramo de este producto puede costar
las bacterias, unos de los seres más diminutos que unos quince mil litros de agua.
existen en el planeta, son vitales para mantener Sin ser pesimista, si continuamos existiendo
la fertilidad de los suelos. En los sistemas de pro- con las prácticas convencionales, las tecnologías de
ducción agrícola, la diversidad de microorganismos producción de monocultivos en grandes extensio-
incluye a bacterias que fijan un elemento que es nes dependientes de insumos químicos, así como
fundamental para las plantas: el nitrógeno. Estos los estilos de vida actuales, durante los próximos
pequeños organismos también ayudan a las plantas años, nos enfrentaremos a un mundo aún más difí-
a transformar algunos nutrientes y convertirlos en cil para vivir. Se agudizará una carestía alimentaria
formas asimilables, además se encargan de trans- global, inflación, falta de agua, así como falta de
portar, a lo largo del suelo diversos, nutrientes para tierra cultivable, energía y recursos en general. Hay
el desarrollo vegetal y, como buenos compañeros, quienes incluso mencionan que viviremos una cri-
son fundamentales para ayudar en momentos sis similar a la posguerra. Por ello, la sociedad, los
de estrés de las plantas. Ante este panorama, es gobiernos y las escuelas tienen el reto de construir
preciso reunir toda esta información de forma sis- nuevos modos (paradigmas) en la producción de
temática y confiable, de tal suerte que nos permita alimentos.
contribuir de forma sostenible al desarrollo agrope- Estos, necesariamente, deben integrar el
cuario. respeto por la vida, la sociedad, la cultura, los
conocimientos tradicionales como la milpa maya,
El reto: Nuevos paradigmas en la producción de o bien las chinampas, como lo hacían los mexicas,
alimentos aunado a promover el uso y conservación de la bio-
Por otra parte, la crisis alimentaria no es solo diversidad. Estos paradigmas los han empezado a
por la forma en la que producimos alimentos, sino diseñar los gobiernos, los centros de investigación
también por la forma en que los consumimos. Es- y las escuelas de nuestro país. Requerimos con-
tos alimentos se pierden tras la cosecha, el alma- tinuar con los esfuerzos por conocer los procesos
cenamiento y la elaboración, principalmente en los que hacen funcionar la vida en los eco-
países de primer mundo. La ganadería extensiva sistemas y la relación entre
ha sido una de las actividades más perjudiciales la naturaleza y el hombre.
para el ambiente, contribuyendo de gran forma
el aumento del efecto invernadero, principalmen-
te, por las liberaciones de un gas que se llama
metano. En este sentido, producir carne tiene un
costo de agua muy alto por las grandes extensiones
de terreno y agua requeridas. La próxima ocasión
que piensen en consumir carne, debemos pensar
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