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Año 12 /Mayo-Junio/ No. 69  U.M.S.N.H.



            ellos se ubican en la superficie de nuestras células,        Debemos  primero  entender  que  nuestro
            mientras que otros están en estructuras internas;      cuerpo  posee  dos  tipos  de  respuesta  inmune:  la
            cada uno de ellos tiene la capacidad de monito-        innata y la adaptativa. De manera general, podría-
            rear la presencia de ciertas moléculas MAMPs.          mos decir que la respuesta inmune innata es el
            Estas  moléculas  pueden  ser  desde  estructuras      primer llamado a la batalla, ya que en primera ins-

            generales que se presentan en un gran grupo de         tancia busca conocer el alcance del perjuicio que
            organismos, hasta ciertas estructuras que predo-       una  potencial  amenaza  representará  para  nues-
            minantemente se encuentran solo en una fracción        tro cuerpo y activa mecanismos un tanto gene-
            de  ellos.  Los  receptores  tipo-Toll  se  encuentran   rales para iniciar el combate o, por lo menos, la
            en una gran variedad de células del sistema in-        contención del riesgo. Asimismo, se encarga de
            mune,  el  cual  se  encarga  de  protegernos  de  las   producir y enviar mensajeros que recluten agen-
            amenazas. Además, es posible localizarlos en las       tes más especializados de nuestro organismo en
            células del epitelio que conforman un tipo de teji-    la eliminación de patógenos, iniciando la respues-
            do especial que recubre las superficies del cuerpo,    ta inmune adaptativa. De esta manera, podemos

            incluidos los órganos.                                 decir que cuando nuestro organismo logra enta-
                                                                   blar conversación con un ente benéfico (como son
            ¿Amigo o enemigo?                                      los  probióticos),  la  respuesta  inmune  adaptativa
                  Finalmente,  una  vez  que  se  ha  entablado    es un tanto mesurada, contrario a lo que ocurre en
            esta «comunicación» no verbal entre las células de     presencia de un patógeno. Se ha obtenido eviden-
            nuestro cuerpo y las invasoras, surge la inminente     cia  de  que,  mientras  la  presencia  de  patógenos
            cuestión de ¿Cómo logra nuestro cuerpo diferen-        conduce a padecimientos que van desde el daño

            ciar entre un potencial patógeno o un organis-         celular hasta desarrollo de enfermedades autoin-
            mo benéfico? Esto último debido a que se podría        munes,  la  colonización  por  parte  de  probióticos
            decir que, en esencia, esta es la interrogante que     favorece la reparación celular y un estado de equi-
            da  lugar  a  la  charla  humano-microbio  desde  un   librio general.
            inicio. Es un hecho que nuestras células tienen la           Los medios por los cuales se modula la res-
            capacidad  de  diferenciar  entre  tipos  de  organis-  puesta inmune innata y se limita la inmune adap-
            mos; no obstante, la respuesta a esta interrogante     tativa en presencia de los diferentes microorganis-
            es bastante compleja y se relaciona con el modo        mos que habitan nuestro cuerpo, son aún un tema
            en que nuestro sistema de defensas (o sistema          de debate entre los científicos. En la actualidad

            inmune) reacciona a la presencia de amenazas.          contamos con evidencia que nos permite tener al-









































        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    47
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