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U.M.S.N.H. Año 14/ Enero - Febrero / No. 79
cial distinguir entre estas cepas, ya que presentan rentes etiologías. La fiebre es un síntoma muy co-
diferencias significativas en el cuadro clínico y en el mún, independientemente del patógeno causal; la
enfoque terapéutico requerido. fiebre alta (mayor a 38 °C) es más frecuente en las
Es fundamental considerar la parasitosis en el infecciones bacterianas, mientras que la fiebre mo-
diagnóstico diferencial, especialmente en regiones derada (entre 37 °C y 38 °C) puede ser más asociada
con alta prevalencia. Entre los parásitos más impor- a infecciones virales y fúngicas. El dolor de cabeza
tantes que pueden invadir el SNC, encontramos a de las infecciones bacterianas suele ser intenso, de
Toxoplasma gondii causando toxoplasmosis, Nae- tipo pulsátil y empeora con la posición horizontal.
gleria fowleri causando la meningoencefalitis ame- En las infecciones virales, el dolor de cabeza puede
biana primaria, Trypanosoma brucei responsable de ser más difuso y menos intenso, mientras que en las
la enfermedad del sueño, Cysticercus cellulosae pro- infecciones fúngicas suele ser leve o ausente.
vocando neurocisticercosis, Echinococcus granu- Las náuseas y los vómitos son síntomas fre-
losus causando equinococosis quística y Acantha- cuentes en este tipo de infecciones, especialmente
moeba spp produciendo granulomatosis amebiana. en niños; estos síntomas pueden ser más intensos
en las infecciones bacterianas y virales. Hoy en día
Sintomatología de las infecciones existen estudios que mencionan que las infecciones
Se puede presentar una amplia gama de sín- al SNC pueden causar cambios en el estado men-
tomas, dependiendo del tipo de patógeno involu- tal, como confusión, desorientación, somnolencia e
crado, la gravedad de la infección, la edad y estado irritabilidad siendo más comunes en las infecciones
de salud del paciente. Existen algunas característi- bacterianas y virales, pero también pueden presen-
cas que pueden ayudar a diferenciar entre las dife- tarse en las infecciones fúngicas, especialmente en
pacientes inmunodeprimidos.
El líquido cefalorraquídeo y su importancia
en el diagnóstico.
Para diagnosticar estas infecciones, los
médicos a menudo recurren a la obtención y
análisis del Líquido Cefalorraquídeo (LCR), un
líquido incoloro e inodoro, transparente, simi-
lar al agua destilada, que se forma principal-
mente en los plexos coroideos y ventrículos
laterales, además se encuentra rodeando el
cerebro y la médula espinal. El LCR es esencial
para el funcionamiento adecuado del SNC, ya
que proporciona nutrientes a las células ner-
viosas, elimina productos de desecho y, prin-
cipalmente, actúa como un amortiguador de
impactos o lesiones repentinas.
El análisis del LCR no es necesariamente
diagnóstico, pero puede ser útil en la evalua-
ción de otras afecciones neurológicas, como
la hipotensión intracraneal espontánea, la hi-
pertensión intracraneal idiopática, la esclero-
sis múltiple, el síndrome de Guillain-Barré y la
neoplasia maligna; sin embargo, durante una
infección, el LCR puede contener signos reve-
ladores de la presencia de patógenos, como
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