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Año 14 / Enero - Febrero / No. 79  U.M.S.N.H.



            factores que pueden afectar sus resultados y enga-     propio, mientras que los gorilas han mostrado re-
            ñar nuestra percepción sobre por qué un animal no      sultados menos consistentes, tal vez por su recha-
            se reconoce. Por ejemplo, la imagen proyectada en      zo a mirar  directamente  a los ojos. También  han

            el espejo no va acompañada de olor, un elemento        pasado la prueba delfines y otros cetáceos, como
            fundamental en el comportamiento canino. Los pe-       orcas y belugas, que reaccionan al espejo, observan
            rros dependen mucho más del olfato que de la vista     su reflejo y examinan partes específicas de su cuer-
            para identificar a otros seres. Al ver su reflejo, pue-  po. Los elefantes, por su parte, han sido capaces

            den reaccionar con curiosidad o agresividad al no      de utilizar el espejo para inspeccionarse y tocarse
            percibir un olor que confirme la presencia de otro     una marca colocada en su cabeza, lo que indica un
            perro real. Si a esto le sumamos su fuerte instinto    grado de autoconciencia. Por último, algunas aves,
            territorial, es posible que interpreten la imagen re-  como urracas y cuervos, también han superado la

            flejada como la de un intruso y reaccionen ladrando    prueba del espejo, lo que marcó la primera vez que
            o adoptando una postura defensiva, como si se en-      se observó autoconciencia en aves. Otras especies
            frentaran a otro perro real.                           inteligentes,  como las cornejas, han demostrado
                  Por ahora, mi perro sigue con ese comporta-      habilidades cognitivas complejas que sugieren un

            miento y no termina de aprender. Algunos perros,       cierto  nivel de autoconciencia,  aunque la prueba
            después de varios encuentros con el espejo, dejan      del espejo no siempre es concluyente en ellas.
            de reaccionar porque se dan cuenta de que el «otro
            perro» nunca responde con seña-

            les  olfativas ni con  interacciones
            reales. Sin embargo, otros pueden
            seguir mostrando interés o confu-
            sión. Para nosotros, resulta diver-

            tido.
                  Existen varios animales que
            han demostrado algún  grado de
            autoconciencia, es decir, la capa-

            cidad de reconocerse como indivi-
            duos distintos del entorno y de los
            demás. La prueba del espejo, crea-
            da por el psicólogo Gordon Gallup

            en 1970, es una de las principales
            herramientas  para  evaluar esta
            capacidad.  Consiste  en colocar
            una marca en el cuerpo del animal

            en un lugar que solo se puede ver
            mediante un espejo. Si el animal
            se observa en el reflejo e intenta
            tocar  o  inspeccionar  la marca en

            su propio cuerpo, se considera que
            ha pasado la prueba y que posee
            cierto grado de autoconciencia.
                  Los grandes  simios han te-

            nido éxito en esta prueba: bono-
            bos, chimpancés  y  orangutanes
            han demostrado reconocimiento




        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    101
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