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Año 13 /Marzo-Abril/ No. 74  U.M.S.N.H.



            más conocida de la televisión en Estados Unidos        sa a través de algo como un programa de cocina,

            de América está a punto de preparar. Termina el        pero también el lado cruel y misógino de la televi-
            anuncio comercial y, ¡por fin!, se escucha: «¡Bue-     sión y la academia.
            nas noches! Esto es Cena a las 6 y hoy aprendere-            Si eres  como yo, un amante  de la ciencia,

            mos a cómo preparar una rica crema de hongos y         terminarás deseando saber más de cocina, pero
            no morir intoxicados».                                 también reflexionando con respecto a las actitu-

                  Elizabeth Zott es la protagonista de la no-      des que existieron y que todavía existen en algu-
            vela Lecciones de Química de Bonnie Garmus y si        nos ámbitos, pero que, afortunadamente, esta-
            bien esta novela despierta la curiosidad por la re-    mos aprendiendo a dejar atrás.

            lación presente entre la cocina y la química, la
            escritora va más allá, haciéndonos reflexionar so-
            bre el papel de las mujeres en la ciencia y eso que

            hoy llamamos efecto Matilda, que es ese horrible        *Luis Humberto Delgado-Rangel. Doctor en Ciencias Quí-
                                                                     micas por el Instituto de Investigaciones Químico Biológi-
            hábito que tenían (y lamentablemente aún se lle-          cas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
                                                                                             Morelia, Michoacán, México.
            ga a presentar) algunos investigadores hombres                       luis.humberto.delgado.rangel@gmail.com
            de tomar los resultados de sus colegas mujeres
            y presentarlos como propios sin darle el mínimo

            crédito a la científica.
                  «Eres mujer… Deberías estar
            en tu casa y no en un laboratorio…

            Seguramente solo está aquí para en-
            contrar un marido… Tiene ese puesto

            solo porque es bonita…». Constante-
            mente, comentarios como estos, y
            otros aún más subidos de tono, son

            los que  recibe una profesionista
            cuando llega a su oficina; no obstan-
            te, la mayoría de los que hablan mal

            de ella, son los que van a buscarla
            para pedirle ayuda con una reacción
            que no sale o con un resultado que

            no pueden interpretar.
                  Afortunadamente, Elizabeth

            no se deja influenciar por los comen-
            tarios  o  inclusive  los  malos  tratos.
            No desiste de su cariño a la química,

            aun después de ser despedida por
            estar embarazada.

                  Bonnie nos muestra, por medio
            de Elizabeth, cómo se puede llegar a
            transmitir el amor por la ciencia de

            una manera interesante y respetuo-
                                                                           https://penguinclubdelectura.com/libro/lecciones-de-
                                                                                                 quimica-bonnie-garmus/



        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    11
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