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Año 11 /Noviembre - Diciembre/ No. 66 U.M.S.N.H.
Los grupos indígenas de la región no eran los Luis Potosí), han respaldado la presencia de tres
animales antropomorfos que los españoles pensa- especies de caballos: E. cedralensis, E. convsersiden
ron, eran humanos de su misma especie que quizás y E. mexicanus entre los 240,000 y 11,000 años An-
alguna vez habían atravesado el mundo desde Áfri- tes del Presente, los cuales se diferenciaban entre sí
ca hasta América a través de una porción congela- por la forma de sus dientes, tamaño, proporción de
da de mar llamada el estrecho de Bering. Fue por sus extremidades y su masa corporal, y que reflejan
ese gélido cuerpo de agua por donde tiempo atrás parte de las relaciones que tuvieron con su entorno
los primeros équidos, de origen americano, llega- conforme a sus adaptaciones a los pequeños y di-
ron hasta el Viejo Mundo, donde los incorporaron versos hábitats en que vivieron.
y domesticaron eficientemente para acompañar, El Equus cedralensis, se caracterizó por ser
transportar y cargar babilonios, guerreros semitas, pequeño con extremidades gráciles, huesos alar-
militares o caballeros europeos y conquistadores gados y poca masa corporal, apropiado para am-
españoles, y que luego introdujeron domestica- bientes abiertos o de montaña, condiciones secas y
dos en América. suelos compactados. Se alimentaba con una dieta
Tan importante fue la asociación entre los es- abrasiva y plantas de tipo C4 (conocidas como pas-
pañoles y los equinos, que los escribas indígenas re- tos y herbáceas), particularmente accesibles para
presentaron los caminos recorridos por los extran- un animal de su tamaño, ya que estas se obtienen
jeros a través de huellas de pies y herraduras. En de los forrajes que crecen cerca al suelo de las zonas
los textos que contienen la visión indígena sobre la abiertas.
conquista, es posible reconocer cómo los caballos Por su parte, el Equus conversidens, era de
fueron percibidos por los aborígenes como ene- talla media, extremidades robustas y mediana
migos y conquistadores. En el Códice Florentino, masa corporal, apropiado para suelos compactos
el Lienzo de Tlaxcala y Quauhquechollan, los tlax- no montañosos o sueltos, pastizales o bosques
caltecas y los mexicas relataron escenas como el abiertos y condiciones tanto secas como húmedas.
ahogamiento de los caballos de los conquistadores A pesar de la variedad de ambientes y alimentos a
en la Noche Triste o la ofrenda en el Tzompantli, en los que podía acceder, se alimentaba casi de la mis-
la cual se brindaron a los dioses mexicas las cabe- ma manera que el Equus cedralensis, es decir, con
zas de tlaxcaltecas, tezcocanos, chalcas, xochimil- una dieta abrasiva, pastos y herbáceas.
cas, españoles y caballos, quienes eran reconocidos Finalmente, el Equus mexicanus, era de talla
como enemigos. grande, extremidades robustas y gran masa corpo-
Este tipo de ar-
chivos han fomentado
la idea generalizada de
que los primeros caba-
llos en América fueron
aquellos que llegaron
durante las expedicio-
nes de Cristóbal Colón.
Sin embargo, estudios
paleontológicos sobre
la forma y geometría
de algunos huesos de
extremidades encon-
trados en áreas como
La Cinta-Portalitos, La
Piedad-Santa Ana (lo-
calizadas entre Michoa-
cán y Guanajuato) y
Cedral (situada en San
«Fusión de dos culturas» de Jorge González Camarena. Patrimonio de la nación o dominio público.
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