Page 97 - No_74
P. 97

Año 13 /Marzo-Abril/ No. 74  U.M.S.N.H.



            guiados por un sencillo  anuncio
            de periódico que dice: “Taberna
            Kamogawa,  agencia  de  investi-
            gadores gastronómicos”.
                  ¿Desea  usted recuperar  el
            plato de su infancia?  ¿Siente la

            necesidad de recuperar un sabor
            olvidado, preparado por quienes
            ya no están? En este mundo de
            globalización de lo que comemos
            (terminaremos  todos  comiendo
            lo  mismo),  esos  recuerdos  nos
            remontan «al lugar donde algu-
            na vez fuimos felices». El libro
            se basa en la gastronomía tradi-

            cional  japonesa, pero  perfecta-
            mente podría llamarse «Los mis-
            terios de la cocina la Lupita» o
            «Fonda la divorciada».
                  En  nuestro  país la comida
            juega un papel determinante en
            lo que somos, más allá de los as-

            pectos de alimentación, pues la
            influencia indígena no solo apor-
            tó  diversidad  de colores,  sabo-
            res, ingredientes y nombres, sino
            que también  nos  legó una rela-
            ción muy compleja con la cocina.
            Arreglamos negocios,  propone-
            mos  matrimonio, amarramos
            compadrazgos,       conseguimos

            empleo,  miramos  y compone-
            mos el mundo frente a un plato                         repetir un plato, una receta. Se puede parecer a lo
            de comida, por  sencillo  que parezca. En  muchos      que hacía mi padre, pero ya es distinto.
            países, sobre todo  del llamado «primer  mundo»,             Mi padre solía decir que al cocinar estamos
            aunque no exclusivamente, la gente come porque         entregando una parte de lo que somos a nuestros
            debe, para no morir. Nosotros comemos para exis-       invitados. Él odiaba la comida estandarizada. Las
            tir; en eso nos parecemos a los pueblos asiáticos.     recetas, decía, son solo una guía; nosotros tenemos

                  De manera que Los misterios de la taberna        el deber de poner nuestro espacio y nuestra perso-
            Kamogawa seguro  nos  tocará el alma.  El sabor,       na en cada ingrediente y el comensal debe apreciar
            el aroma y la esencia de un plato es una combina-      nuestra entrega. A él le fascinaba que los invitados
            ción de ingredientes, pero más allá, es una serie de   quisieran repetir o pedir la receta. Era el indicio de
            procesos físicos y químicos que se producen en los     que había logrado entregar lo que buscaba. Seguro
            sartenes y que dependen no solo de los ingredien-      este libro le hubiera encantado.
            tes, sino del orden de participación, de sus procesos        Yo quisiera tener unos detectives como esos,
            previos, su origen, su madurez y el trato que el coci-  seguro reconstruirían el Tata Juan o un arroz caldo-
            nero o la cocinera les da. Por ello, es casi imposible   so (guisado, decíamos) como el que nos cocinaba

                                                                   mi madre.





        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    97
   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102