Page 84 - No_70
P. 84

U.M.S.N.H. Año 12/Julio-Agosto/ No. 70



            taciones a mediano y largo plazo, por ejemplo,         en México del Centro Nacional de Prevención de
            la destrucción de infraestructura como las carre-      Desastres (CENAPRED), hay una tendencia hacia
            teras, lo cual impide la llegada de alimento y me-     el aumento  en  la  incidencia  de  los  fenómenos

            dicina a los lugares afectados. Otro ejemplo es la     hidrometeorológicos y en la magnitud de los da-
            reconstrucción de las viviendas afectadas, lo que      ños, y más aún si se consideran los riesgos debido
            puede llevar meses o incluso años.                     al cambio climático.
                  Sin embargo, en la actualidad existen meca-            Existe evidencia que en México se presen-

            nismos de alerta de la formación o llegada de un       tan problemas de eventos meteorológicos ex-
            huracán a sitios poblados, todo con el propósito       tremos por las temperaturas y precipitaciones
            de aminorar algunas de las desventajas de estos        máximas. Una gran parte del territorio mexicano
            fenómenos naturales. Los modelos probabilísti-         ha padecido huracanes y olas de calor, así como

            cos para el pronóstico anual de las tormentas, han     efectos directos e indirectos por dichos fenóme-
            permitido que los sistemas de alerta funcionen         nos.  A menudo experimenta el impacto de tor-
            para propiciar la atención y prevención en áreas       mentas tropicales y huracanes que se originan
            identificadas con mayor exposición hacia el inte-      tanto en el Océano Atlántico como en el Pacífico.

            rior de los centros urbanos.                                 Dentro de los registros de los huracanes más
                                                                   devastadores de México se tiene a  Gilberto, en
            Huracanes en México                                    septiembre de 1988, el cual ocasionó severos da-
                  Ante la amenaza de los desastres ocasiona-       ños en Quintana Roo. Alcanzó vientos sostenidos

            dos por fenómenos naturales en las últimas dos         de 296 km/h, dejando inundaciones, daños en pla-
            décadas en México, se tiene evidencia que los hu-      yas de Cancún y pérdida de hectáreas de cultivo
            racanes (Isidoro en 2002, Wilma y Emily en 2005 y      de frijol y maíz en el estado, ocasionando la muer-
            Dean en 2007) han sido devastadores, dejando da-       te de 26 personas. Mientras que en Nuevo León

            ños ocasionados en infraestructura a la población,     este huracán generó vientos de hasta 285 km/h,
            particularmente en el estado de Yucatán.               dejando 56 víctimas mortales a su paso. Este hu-
                  De acuerdo con el último documento de la         racán alcanzó la categoría 5. Entre ambos estados
            serie Impactos Socioeconómicos de los Desastres        dejó cerca de 675 000 personas damnificadas y da-















































        84
   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89