Page 91 - No_67
P. 91

Año 12 /Enero- Febrero/ No. 67  U.M.S.N.H.



                  Los sentidos son un sistema que nos permi-             Ahora imaginemos  el  cambio  de  patrones
            te la intermediación entre la naturaleza y nuestro     odoríferos en la naturaleza. Por desgracia, no solo
            cerebro. Hoy vamos a platicar de uno en particular:    hemos cambiado el  ambiente con  nuestra activi-
            el olfato, y lo haremos de la mano de un excelente     dad, modificado el uso del suelo, contaminado los
            texto de divulgación titulado Una cuestión de olfato,   cuerpos de agua, el aire y el suelo, sino que también
            del neuroetólogo Bill Hansson (Crítica, 2022). Des-    hemos  modificado  a  qué  huele  nuestro  entorno,
            de el arranque, Hansson propone una visita al mun-     lo cual debe tener consecuencias para el resto de
            do antiguo, un panorama de olores muy diferentes       los seres que habitan este planeta. Un insecto, por
            al que nos enfrentamos en la actualidad y eso, de      ejemplo, se guía hacia la hembra o hacia una flor a
            entrada,  nos  plantea  varias preguntas:  ¿Olemos,    través de señales químicas, y si nosotros nos senti-
            nosotros y nuestro ambiente, de la misma manera        mos confundidos en un ambiente con olores muy
            que, digamos, en el siglo XIII? ¿Cómo han cambiado     distintos a los que están grabados en la memoria
            los olores en el tiempo y nuestra manera de detec-     olfativa, piense en la confusión del resto de seres
            tarlos? Estamos hablando de evolución sensorial.       vivos…
                  Si a mí me pusieran —por aquello de que los            El paisaje de olores está cambiando y mucho
            viajes en el tiempo ya fueran posibles— en el me-      tiene que ver con nosotros. ¿Cuáles pueden ser las
            dioevo, ¿me podría orientar?, ¿sería capaz de iden-    consecuencias? Hansson propone un ejercicio: visi-
            tificar una señal de peligro? Y lo mismo pudiéramos    tar un bosque cercano y tratar de registrar los olo-
            ensayar con un hombre de aquella época colocado        res, seguramente si intentamos comparar con una
            en medio de una de nuestras modernas ciudades o        experiencia previa, nos daremos cuenta de que ya
            centros comerciales.                                   no huele igual, no están los mismos árboles, ni la
                                                                                 misma hierba,  probablemente,  ni
                                                                                 los mismos hongos. Ahora el bosque
                                                                                 es un relicto rodeado de cultivos de
                                                                                 maíz o trigo, habrá  agroquímicos,
                                                                                 humo de  motores y  plantas invaso-
                                                                                 ras.
                                                                                      Un mosquito se orienta y locali-
                                                                                 za la fuente de alimento —nosotros—
                                                                                 por nuestra huella  de  CO2, pero  si
                                                                                 este gas está aumentando dramáti-
                                                                                 camente su concentración, ¿qué pa-
                                                                                 sará ahora con el mosquito? Alguien
                                                                                 puede  pensar que es una ventaja
                                                                                 para nosotros, pero este aumento de
                                                                                 concentración rompe también otros
                                                                                 ciclos de aromas y altera completa-
                                                                                 mente su paisaje, al cambiar las tem-
                                                                                 peraturas, los patrones de floración y
                                                                                 la emisión de las propias señales odo-
                                                                                 ríferas de las plantas.
                                                                                      Sobre todas estas historias pla-
                                                                                 tica  Bill Hansson  en este maravillo-
                                                                                 so libro, Una cuestión de olfato, que
                                                                                 nos hará reflexionar sobre un senti-
                                                                                 do muy subestimado.  Recomenda-
                                                                                 ble  para  todos, chicos  y grandes  y,
                                                                                 en particular, para los profesores de
                                                                                 cualquier nivel. Ojalá comencemos a
                                                                                 prestarle más atención al paisaje de
                                                                                 aromas.





        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    91
   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96