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U.M.S.N.H. Año 12/Marzo-Abril/ No. 68



                  En esa búsqueda encontré una cinta france-             Cathy es una cocinera perfeccionista y rígida
            sa llamada La brigada de la cocina (Louis-Julien Pe-   de 40 años, que aspira a tener su propio restau-
            tit, Francia, 2022), y leyendo un poco sobre su ar-    rante donde pueda dar salida a sus impulsos crea-
            gumento, me pareció indicada para el momento.          tivos y a su gran habilidad en la cocina. Pero las
            Entretenerme un rato sin más y, adicionalmente,        cosas no salen según lo planeado y, en un mal día,

            como trata de una chef, me terminó de convencer,       se confronta con su jefa, una chef muy famosa y
            después de todo a mí me gusta cocinar… Y me lle-       estrella de televisión. En medio de una grabación,
            vé una grata sorpresa.                                 se permite hacerle una observación sobre un pla-
                  En  realidad,  no  es  una  película  que  hable   to: un aliño ácido indicado por la chef, que en su
            especialmente de comida y cómo se prepara, no          experiencia, no realzará el sabor de los vegetales.
            es un documental. Tiene un punto de ingenuidad,        La estrella se enoja y de manera muy grosera le or-
            contiene su dosis de lo social y de lo políticamente   dena —todo frente a las cámaras— seguir las ins-
            correcto. Nos retrata de pasada varias de las con-     trucciones al pie. Cathy dice aceptar, pero fiel a su
            tradicciones de la sociedad europea (francesa, en      idea, modifica el famoso aliño y presenta el plato

            este caso) frente a la inmigración; sin embargo, y a   a los comensales, a su manera.
            pesar de esos temas, es interesante y divertida, sin         La chef se entera y le pone un rapapolvo, ha-
            pretender demasiado.                                   ciéndole ver que no importa el plato, no importa
                                                                                              que haya quedado me-
                                                                                              jor o que el cliente esté
                                                                                              satisfecho. En realidad
                                                                                              no  importa  la  cocina,

                                                                                              lo  único  que  vale  es
                                                                                              que ella es la jefa. Ca-
                                                                                              thy renuncia por digni-
                                                                                              dad, pero sus cálculos
                                                                                              laborales son errados,
                                                                                              pues  nadie  la  contra-
                                                                                              tará después de haber
                                                                                              enfrentado  a  la  gran
                                                                                              estrella de la tele.

                                                                                                    Encara,   enton-
                                                                                              ces,  una  triste  reali-
                                                                                              dad:  nadie  la  contra-
                                                                                              ta, ya que al parecer
                                                                                              los  chefs  no  quieren
                                                                                              ser creativos o cocinar
                                                                                              bien, lo que desean es

                                                                                              ser  famosos.  Por  las
                                                                                              serias dificultades eco-
                                                                                              nómicas que enfronta,
                                                                                              se ve obligada a acep-
                                                                                              tar  un  trabajo  como
                                                                                              cocinera  en  una  casa
                                                                                              de acogida de jóvenes
                                                                                              inmigrantes:  Adoles-
                                                                                              centes  no  acompaña-

                                                                                              dos que entraron de
                                                                                              manera  ilegal  a  Fran-





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