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U.M.S.N.H. Año 12 /Enero - Febrero/ No. 67
El Efecto Mozart El grupo que escuchó Mozart presentó mejo-
La música no se escapa a ser utilizada en pro- res resultados en comparación con los que solo es-
ductos que se aprovechan de la ignorancia y, en cucharon música para «relajarse», y el grupo que se
ocasiones, de la voracidad por encontrar un camino mantuvo en silencio, entre estos dos últimos gru-
fácil para lograr hacernos más inteligentes. pos realmente no hubo diferencia. Por otro lado,
En 1991, Alfred A. Tomatis publicó el libro cabe resaltar lo siguiente: Aunque hubo diferencias
Pourquoi Mozart, es un ensayo donde se aborda el evidentes, estas no resultaron ser impresionantes,
tema, de manera puntual, sobre la música de Mo- por otro lado, el efecto no duró más de diez o quin-
zart y como esta ayudaba en los procesos terapéuti- ce minutos; los autores dicen que será necesario
cos que fueron aplicados a sus pacientes; podía cu- incorporar más elementos al estudio tal como el
rar a aquellos que presentaban casos de depresión. tiempo que pasó entre que dejaron de escuchar la
Posteriormente, en 1993, la Revista Nature música o el silencio y el momento en el que comien-
publicó correspondencia científica titulada «Music zan las pruebas. También mencionan que deberán
and spatial task performance» (Música y el desem- utilizar más música y de diferentes autores. En-
peño en tareas espaciales), ahí se describen los re- contraron que la música con patrones repetitivos y
sultados obtenidos en un estudio realizado a tres carente de complejidad (también habrá que ver qué
grupos de personas para indagar la correlación que significa esto de carente de complejidad) lejos de
parece existir entre algunas funciones cerebrales, ayudar, interfiere.
Si nos damos cuenta, en ningún mo-
mento se menciona el «Efecto Mozart»,, de
hecho los autores nunca mencionaron un
efecto «Efecto Mozart», y la pieza elegida,
el concierto para dos pianos en Re mayor fue
elegida de manera arbitraria. Así como eligie-
ron esa obra musical, hay otras tantas, ya sea
del mismo Mozart o de otros compositores de
probada trayectoria y producción en diversas
épocas.
Fenómeno mediático
En revistas del mundo del entreteni-
miento se han publicado notas con titulares
del tipo: «Efecto Mozart», «investigadores
han determinado que escuchar a Mozart real-
mente te hace más listo». De ahí, como punto
de partida, nacieron iniciativas basadas en
la investigación sobre el «Efecto Mozart»,,
cabe resaltar que la investigación original no
como las relacionadas con las operaciones abstrac- se llamó «Efecto Mozart»,. Por un lado, en la in-
tas, el razonamiento matemático y espacial. En sus dustria musical se valieron de este fenómeno uti-
estudios, a un grupo de personas les pusieron a es- lizándolo como una herramienta de mercadotec-
cuchar durante diez minutos música de Mozart, el nia, mientras que en algunas escuelas privadas fue
concierto para dos pianos en Re mayor, K488; al utilizado como una herramienta política. En 1998 el
segundo grupo le pusieron a escuchar música para gobernador de Georgia regaló un casete o un disco
«relajarse»; y al tercer grupo solamente silencio. compacto (CD) de música clásica a cada madre pri-
Fueron treinta y seis estudiantes los que participa- meriza que diera a luz en el estado. Lo mismo suce-
ron en la prueba. dió en Dakota del Sur, Texas, y Tennessee, la Acade-
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