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Año 14 / Marzo - Abril/ No. 80  U.M.S.N.H.



            vir—, Juan Salvo y Elena son rescatados por Tano,            A diferencia  de  las series  norteamericanas,
            quien ha descubierto que los autos antiguos, con       aquí no hay un héroe único. Si bien la historia sigue
            poca o nula electrónica, no fueron afectados por el    a Juan Salvo como un hilo conductor —y en la se-
            pulso electromagnético.                                gunda parte de la serie, ya anunciada, veremos su
                  A  partir  de  allí  se  desencadenan  muchos    verdadero  papel—,  no  encontramos  el arquetipo

            eventos. Descubren que la crisis es global y que el    del héroe típico y justiciero solitario. En realidad, la
            gobierno argentino ha sido desmantelado, quedan-       historia apela constantemente a que es la colecti-
            do solo algunos destacamentos militares que inten-     vidad la que puede salvarnos. En la pantalla vemos
            tan coordinar una respuesta frente a lo que, para      cómo cada personaje posee talentos y habilidades
            entonces, se revela como una invasión alienígena.      que puede poner al servicio del bien común. Esta
                  No contaré más. La novela gráfica El Eternau-    inteligencia colectiva se convierte en la mejor arma
            ta,  de  Héctor Germán Oesterheld  y dibujada  por     contra el invasor.
            Francisco Solano López —publicada en su versión              Este enfoque también distingue a El Eternau-
            completa y  actualizada  por Editorial Planeta en      ta de la ciencia ficción tradicional, que suele presen-

            2024— es una obra fundacional de la ciencia ficción    tar personajes aislados o individuos extraordinarios
            latinoamericana y un ícono cultural de gran relevan-   enfrentando al mal. En esta saga vemos al ciudada-
            cia política, social y artística. Ya hemos comentado   no común, con sus miedos, limitaciones y debilida-
            en esta sección que la ciencia ficción es, básicamen-  des, alzarse como una fuerza colosal frente al poder
            te, un género anglosajón, con  algunos nombres         opresor.
            notables en la Unión Soviética, Polonia y, más re-           Philip K. Dick, el gran escritor de ciencia fic-
            cientemente, China. El género va de la mano con el     ción, afirmaba que este género era, en realidad, un

            desarrollo técnico-científico, al analizar el impacto   discurso  sobre el presente; que la representación
            de este sobre la sociedad. En países con vocación      del futuro (o del pasado) era un recurso para disfra-
            agrícola, la ciencia ficción parece-
            ría  poco  creíble,  o  al  menos  eso
            pensábamos muchos.
                  Por eso, una historia am-
            bientada  en la  Argentina de  los
            años 50, con un enfoque realista y
            local, nos demuestra que el géne-

            ro da para mucho más. No es una
            historia que ocurra en Nueva York
            o en Tokio. Además, se centra en
            la clase  media,  que  en aquella
            época en Argentina gozaba de un
            excelente nivel de vida y proyec-
            taba un «futuro venturoso» para

            el país.
                  La saga, junto  con  la serie
            televisiva, combina drama, aven-
            turas de supervivencia y denuncia
            política,  así  como  un  llamado  a
            la  organización popular. En este
            sentido, me atrevo a caracterizar-
            la  como una historia subversiva,
            algo completamente  revolucio-

            nario para la época en que fue es-
            crita.





        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    105
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