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Año 14 / Enero - Febrero / No. 79 U.M.S.N.H.
Al llegar a su nuevo hogar, descubren que tectura de la residencia es un ejemplo del moder-
toda la casa está equipada con monitores, incluso nismo y funcionalismo dominantes después de
en las habitaciones y baños, y que todo es contro- la guerra, con papel tapiz, muebles de plástico y
lado desde una computadora central ubicada en accesorios coloridos. En general, la producción re-
el sótano. Esta computadora constituye el «alma» sulta sensacional y nostálgica.
de la casa inteligente y opera por medio de un La idea central de la historia es que Cassan-
asistente en forma de robot humanoide equipado dra es «demasiado humana». Al inicio, no sabe-
con inteligencia artificial (IA), llamado Cassandra. mos por qué, pero pronto lo descubriremos. La IA
Todo estaba apagado y, aparentemente, inactivo, de Cassandra fue creada mediante la transferen-
hasta que Fynn, el hijo adolescente de la familia, cia de la conciencia y los conocimientos de un ser
se propone reactivar el robot por diversión. humano (específicamente, una mujer) a la compu-
De manera inesperada, Cassandra se encien- tadora.
de, generando incertidumbre en la familia. Al prin- La familia de Samira llega a la casa tras una
cipio, todo parece ir bien: contar con un asistente crisis profunda y busca un nuevo comienzo en un
que se encargue de las tareas domésticas, prepare entorno tranquilo. La pareja, Samira, una artista,
la comida y ayude a la hija menor con sus debe- y David, un escritor de novela negra, junto con sus
res escolares parece una bendición. Sin embargo, dos hijos, ven a Cassandra inicialmente como un
pronto comienzan los problemas. simple juego, pero pronto la IA empieza a mostrar
La historia se desarrolla en
tres líneas temporales que terminan
por converger. La época actual, con
la familia de Samira Prill, se alter-
na con viñetas de los años 60, que
siguen la vida de Horst Schmitt, un
científico que trabaja en un proyec-
to de salud, y su familia. Otras esce-
nas nos transportan a los años 70,
cuando se crea Cassandra.
La miniserie alemana, ideal
para un maratón, combina cien-
cia ficción con elementos de tech-
no-thriller y misterio. Está dispo-
nible en Netflix desde este año y
consta de seis episodios de aproxi-
madamente 50 minutos cada uno.
Su estética retrofuturista está muy
bien lograda: la computadora es
un mastodonte que ocupa todo
el sótano de la casa, evocando las
máquinas de la época, basadas en
transistores. El robot de Cassandra
también resulta fascinante: tiene
una construcción humanoide y me-
tálica, con una interfaz de comuni-
cación en forma de monitor donde
se proyecta su «rostro». La arqui-
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