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U.M.S.N.H. Año 12 /Enero - Febrero/ No. 67
Ya dijimos que El último de nosotros, estricta- vir a los propósitos del parásito, sobre todo invadir
mente no se trata de zombis, puesto que no están nuevos nichos y completar sus ciclos reproductivos.
muertos: la infección los «secuestra» para hacer la O el caso de la rabia, producida por un Rhabdoviri-
voluntad del atacante, pero sí son muy interesan- dae, un virus mortal que de no atenderse a tiempo,
tes para el universo de monstruos. Y de este tipo se provoca fiebre, dolor de cabeza, exceso de saliva-
conocen muy bien muchos casos. Hay caracoles in- ción, espasmos musculares, parálisis, agresividad,
fectados por hongos que se posan al sol en espera fotofobia y confusión mental, algo terriblemente
de pájaros que se los coman, abordando así al tras- parecido a los zombis.
porte para diseminar la infección, hasta avispas que Tal vez el mundo de los zombis esté dejando
intoxican a las arañas y las alteran para que cam- atrás el propósito inicial del cine de estas criaturas,
bien los patrones de diseño de sus telarañas, en una creado por autores como George Romero, que era
intoxicación parecida a la producida por LSD. Cuan- servir de pretexto para realizar una crítica feroz al
do la araña construyó el patrón preciso, la avispa mundo capitalista a partir de que nos mirásemos
la mata, succiona su contenido para alimentarse y como criaturas sin voluntad, esclavos de sistema,
luego se posa sobre la nueva tela, generando su ca- que solo cumplimos su finalidad de crearles más ri-
pullo, como un sarcófago, donde la larva es la mo- queza a los poderosos y que, en todo caso, presen-
mia y luego de aquí emerge un nuevo adulto. ta al zombi como un sustituto de todos y cada uno
Podríamos hablar de muchos casos más, pero de los temores que podrían estar molestando a la
lo dejamos para otra ocasión. Lo que quiero dejar psique de la sociedad, desde el capitalismo hasta la
patente es que los humanos no escapamos de esta Guerra Fría.
zombificación, de hecho, es más sutil y mucho me- De cualquier manera, esta nueva tendencia
nos terrorífica, menos cinematográfica, pero que más «científica» del mundo zombi, puede ser un
nos vuelve más «seductores», atractivos sexual- buen pretexto para introducirnos a la naturaleza
mente y hasta osados, todo con la finalidad de ser- terrorífica de la propia naturaleza.
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