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Año 11 /Noviembre - Diciembre/ No. 66  U.M.S.N.H.



            pasos de una comunidad wixarika, narró cómo el         muy particular, pues la mayoría de las especies es-
            turbulento recorrido puede ser visto por los ojos      tán altamente adaptadas a este hábitat de clima
            de un externo. En Xurahue Muyeca se ubica el pa-       extremo. Sobre el significado de estos peñascos

            raje  que  le  da  su  nombre  y  Benítez  señala  lo  si-  para los Wixarikas, podemos aludir a un texto pu-
            guiente: «bajó la Diosa Estrella, en compañía de       blicado por el Museo Nacional de Antropología e
            Eakatewari, el Dios del Viento, y los dos se pusie-    Historia, donde explican cómo una formación ro-
            ron de acuerdo en limpiar los pecados de los seres     cosa en Jalisco representa a algunos de sus an-

            sobrenaturales que hicieron el viaje en el principio   cestros petrificados. Con la gran cantidad de for-
            del mundo».                                            maciones rocosas de formas tan excéntricas en el
                  Aunque a lo largo de la sierra existen peque-    área, emerge la duda de si alguna de ellas tiene
            ños santuarios donde los peregrinos se reúnen, se      algún significado en su cosmología. Esto nos deja

            dice que el sitio específico donde ocurrió el descen-  ver que aún hay mucho que no sabemos de esta
            so de la diosa se perdió; sin embargo, hace poco       región en vinculación con su significado para los
            fue redescubierto cerca de una comunidad en Val-       Wixarikas. De hecho, al recorrer la sierra, es común
            paraíso. Giménez de Azcárate y colaboradores, se-      encontrar ofrendas en los más altos peñascos, se-

            ñalan que, en algunas regiones de la Ruta Huichol,     ñal de que son, en efecto, sitios con gran significa-
            existen concentraciones de sitios sagrados que         do y simbolismo.
            convierten al paisaje a su vez en uno sagrado,
            como lo es Xurahue Muyeca.                             Un paisaje en evolución

                  El paisaje rocoso de Xurahue Muyeca, típico            Sobre el estado de conservación de Xurahue
            de Zacatecas, se conoce también como la Sierra         Muyeca sabemos muy poco. Un estudio reciente
            de Órganos, e hizo de ella un escenario digno de       señala que la prevalencia de algunas de las comu-
            filmaciones  nacionales  e  internacionales.  De  he-  nidades vegetales en ciertos sitios, puede ser una

            cho,  estudios  en  ambas  sierras  demuestran  que    señal de que se desarrolló o se sigue desarrollando
            en estas formaciones crece un tipo de vegetación       un fuerte impacto humano. No obstante, no pode-











































                                           «El narizón» en Xurahue Muyeca en el municipio de Jerez. Fotografía: Mireya Burgos Hernández.






        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    29
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