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Año 12 /Mayo-Junio/ No. 69 U.M.S.N.H.
rales: las formas, los colores y las texturas. Con el Estos criterios se han ido acumulando a lo lar-
tiempo y con el aumento de nuestros conocimien- go de la historia y han sido valorados, mientras que
tos, estas agrupaciones intentaron representar re- muchos otros se han descartado.
laciones de funcionamiento, de origen y desde lue- Ahora vamos a recomendar una novela, no un
go evolutivas. libro científico ni de divulgación. Aunque en reali-
Las clasificaciones han evolucionado desde lo dad se trata de un thriller, de una novela de acción
que se observaba a simple vista hasta las caracterís- y de misterio, pero que describe muy bien cómo
ticas más íntimas, como las genética en el caso de llegó a nosotros un sistema de clasificación e iden-
los seres vivos, y hemos descubierto que algunas de tificación de personas en la comisión de un delito:
ellas tiene utilidad práctica, por ejemplo, en la iden- las huellas dactilares, y lo haremos de la mano de
tificación de organismos muy precisos y cómo no, uno de los artífices, Juan Vucetich y el «Caso Rojas»
en la identificación de personas. En el oscuro mun- que, a finales del siglo XIX, sentó las bases para el
do de la violación de las normas establecidas, estas estudio objetivo de la escena de un crimen.
clasificaciones han resultado prácticas, a saber, en El Malleus Maleficarum (en español, «Martillo
los estudios legales. de las Brujas») es un libro escrito en el siglo XV por
dos monjes dominicos, Heinrich Kramer y Jacob
Identificar una persona incluye varios criterios y en Sprenger, y es considerado una de las obras más
la investigación policíaca se usan: influyentes en la historia de la «caza de brujas» y
la persecución del diferente en la época de la Inqui-
1. Identificación física del sospechoso. Altura, sición. El propósito del libro era proporcionar una
peso, color de cabello, color de ojos,
rasgos faciales distintivos, tatuajes
o cicatrices visibles, entre otros.
2. Testimonios de testigos presen-
ciales. Personas que hayan presen-
ciado el delito pueden proporcionar
información sobre la apariencia físi-
ca y el comportamiento del sospe-
choso.
3. Evidencia forense. Se analizan
pruebas físicas y forenses encontra-
das en la escena del crimen, como
huellas dactilares, ADN, cabello,
fibras, manchas de sangre u otras
evidencias biológicas para identifi-
car posibles sospechosos.
4. Registros y bases de datos. Se
comparan las características físicas
y la información personal del sos-
pechoso con registros existentes,
como bases de datos policiales,
registros de antecedentes penales,
licencias de conducir u otros docu-
mentos de identidad.
5. Vigilancia y grabaciones. Se re-
visan las grabaciones de cámaras
de seguridad, fotografías o videos
de vigilancia que puedan capturar
imágenes del sospechoso o de su
actividad relacionada con el delito.
Coordinación de la Investigación Científica 93