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Año 12 /Mayo-Junio/ No. 69  U.M.S.N.H.



            que existan condiciones mínimas para retornar a              Cartas de un hombre muerto nos presenta un
            la superficie. Larsen, un científico y principal pro-  mundo que ha llegado al fondo del abismo en don-
            tagonista de la historia, decide escribirle a su hijo   de lo único que nos mantiene es la construcción

            desaparecido una serie de cartas donde le relata lo    de nuevas utopías. Hay una gran reflexión acerca
            acaecido, incluyendo sus reflexiones sobre el «fu-     de nuestras culpas y nuestra desatención, al dejar
            turo».                                                 en manos de otros, incluyendo máquinas, lo que
                  Esta película no fue la primera historia dis-    debió ser responsabilidad de todos.

            tópica sobre una eventual destrucción nuclear del            Cormac  McCarthy  en  su  libro  La carretera
            planeta,  ni  de  sus  consecuencias  (y  más  cuando   (Mondadori,  2011),  luego  llevada  magistralmen-
            hay varios cuentos y novelas al respecto), pero sí     te al cine, nos presenta también una demoledora
            fue la primera que nos puso en la pantalla un relato   fábula sobre el mundo posapocalíptico: un padre

            muy alejado del tono heroico y grandioso (aventu-      y  su  pequeño  hijo  viajan  por  todo  norteamérica
            rero) de los sobrevivientes, mostrando una histo-      hacia el sur bajo la lluvia de cenizas, el hambre y
            ria de desesperanza, caos y nostalgia por el mundo     la muerte, en busca de un atisbo de esperanza en
            perdido, en particular, por nuestras acciones para     medio de la barbarie desatada luego de la destruc-

            llevarlo a ese extremo.                                ción nuclear. A diferencia de la película de Lopus-
                  La visión era del todo desalentadora y tris-     hansky, aquí no hay reflexión alguna sobre lo pa-
            te, muy acorde con la perspectiva de la propia au-     sado, sobre cómo se originó el caos, «después de
            todestrucción  provocada  por  nuestra  especie,  a    una devastación nuclear —decía el propio McCar-

            veces como resultado de desatender las repercu-        thy ante sus críticos— lo que menos importa ya es
            siones de nuestras propias creaciones. Por alguna      quién disparó primero», sino que estamos ante la
            razón, más de índole comercial, el cine está lleno     barbarie total, la sobrevivencia como único motor
            de acciones heroicas en donde individuos, incluso      que nos mantiene, no importa el precio.

            pueblos, responden a esas catástrofes con opera-             Ambas historias son demoledoras, pero re-
            ciones intrépidas, llenas de aventuras —estilo Mad     flexivas y, a su manera, hermosas. Este contexto
            Max— y logran sobrevivir y superarse, una especie      lo pongo como punto de referencia necesario para
            de mito fundador de nuevas identidades.                la serie que ahora les presento en esta sección, se















































        Coordinación de la Investigación Científica                                                                    101
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