¿Qué sabemos del glifosato en México?

Escrito por Magín González-Moscoso y Diana Meza-Figueroa

https://pixabay.com/es/photos/search/glifosato/?manual_search=1

Alguna vez hemos escuchado hablar del famoso glifosato, y tenemos al menos la idea de que se utiliza en la agricultura. Precisamente, es un herbicida utilizado para eliminar las malezas de los campos agrícolas que pudieran afectar la productividad de los cultivos. El glifosato es considerado como el herbicida más importante para el manejo de malezas y es el más utilizado en diferentes fórmulas comerciales en todo el mundo. Este herbicida tiene una alta eficacia, amplio espectro, es económico y, de acuerdo a su perfil toxicológico, normalmente no presenta peligro.

Desde los grandes campos agrícolas hasta las zonas más pequeñas de siembra de todo México, el uso de glifosato es una práctica común. Los glifosatos comerciales se diluyen en agua de acuerdo a la recomendación de la etiqueta y se rocía sobre el follaje de las plantas; al pasar de los días las plantas mueren. Sin embargo, debido a su uso excesivo, se ha aumentado la concentración de la aplicación sobre las plantas, generándose contaminación del ambiente y la posibilidad que represente daños a la salud.

 

¿Por qué se utiliza tanto el glifosato?

Los agricultores utilizan el glifosato para matar las malezas, es decir, las malas hierbas que salen normalmente en los campos, debido a que estas hierbas pueden competir por espacio, luz, agua y nutrientes esenciales con las plantas agrícolas. Generalmente, se utiliza como primera etapa para limpiar el terreno, incluso se puede aplicar y a los pocos días sembrar, esto último como estrategia para que cuando la planta germine y llegue a etapa de plántula, las malezas estén destruidas y puedan crecer sin problema. También se aplica en menor medida en etapas de desarrollo de los cultivos para destruir las malezas que puedan emerger del suelo.

El glifosato es muy utilizado debido a su alta eficacia y a su bajo costo, por lo que está al alcance de los agricultores más pequeños de nuestro país. Además, la destrucción de malezas por métodos físicos con herramientas agrícolas, como el uso de azadones o coas, requieren de mayor tiempo para limpiar un terreno, esto se traduce en un mayor gasto económico por los días de trabajo, a la vez que la destrucción por estos métodos no es altamente efectivo, debido a que al no destruir la raíz por completo, las malezas vuelven a emerger en cuanto tengan las condiciones de humedad. Entonces, los agricultores prefieren usar glifosatos para una destrucción total de malezas, ahorrar tiempo y minimizar los gastos económicos.

 

¿Cuáles son los productos comerciales de glifosato que se venden en México?

Es importante mencionar que el glifosato se utiliza en todo el mundo y que su uso aumentó a partir del uso de cultivos transgénicos tolerantes a este tipo de herbicida. Sin embargo, algunos países han restringido o prohibido su uso. En el caso de México, el glifosato se encuentra entre el mayor número de registros autorizados para su venta y distribución, tanto para uso agrícola como urbano.

Las distintas marcas de glifosato recomiendan diferentes dosis por hectárea, y la mayoría de estos productos tienen una concentración entre 360 y 480 g/L de glifosato. La marca comercial de glifosato más vendida y más apreciada por los agricultores es la FAENA® (fuerte o clásico), producto de la compañía Monsanto Comercial. Por alguna razón, este producto muestra mayor eficacia para eliminar malezas; probablemente, los coadyuvantes de la fórmula le otorguen un mayor potencial sobre las plantas. Esta marca es un poco más cara que las otras fórmulas comerciales.

En las tiendas agrícolas es —o era— muy común encontrar diferentes marcas de glifosato, por ejemplo: Faena, coloso total, desmonte plus, labor 360, glyfopak, tacsafato, glifomar, glyfos, credit, velfosato, Rondo super, machete, valsaglif, helfosat, rival, nivela, candela super y jornal (todas son marcas registradas®).

 

Riesgos a la salud por el uso de glifosatos en México

El trabajador agrícola está expuesto desde la mezcla del glifosato comercial con el agua y la carga de la mezcla en las bombas de rociado, la aplicación en los campos durante la etapa que lo requiera el cultivo, hasta la limpieza de la bomba de rociado. A pesar que el glifosato, de acuerdo a su grado de toxicidad que indica que es un producto que normalmente no representa un peligro, la exposición continua podría implicar un riesgo para la salud. Además, los trabajadores no suelen utilizar equipos de protección personal y muchos de ellos desconocen los efectos de los productos químicos que aplican a diario.

En México no existe evidencia científica que la exposición a glifosato induzca algún tipo de cáncer o alguna otra enfermedad, pero hay que tener claro que es difícil medir el impacto de este herbicida, debido a que durante la etapa de un cultivo son muchos los productos químicos que se rocían, como diversos herbicidas, insecticidas, fungicidas, bactericidas, nematicidas o una mezcla de estos. Asimismo, cuando una plaga es muy persistente y difícil de eliminar, los agricultores aplican plaguicidas altamente tóxicos hasta eliminar la plaga.

En 2015, la Agencia Internacional contra el Cáncer clasificó al glifosato como probable carcinógeno. Sin embargo, hasta la fecha, existe una evidencia limitada en humanos, pero los estudios en laboratorio con ratones expuestos a glifosato puro o a sus fórmulas comerciales, han mostrado evidencia que producen alteraciones genéticas y podrían inducir algún tipo de cáncer. Aún el tema genera controversia debido a que hay otros estudios donde la exposición a glifosato no tiene efectos negativos.

 

 Prohibición del uso de glifosatos en México

De acuerdo a la notificación del gobierno mexicano, la base para la prohibición del glifosato es la relación de este herbicida con el cáncer y otras enfermedades que se han publicado en todo el mundo. Si bien aún hay controversia en el tema, no podemos dejar por desapercibido que existe un riesgo debido a su uso excesivo.

Después de 2024, no se venderá glifosato en ningún lugar de México. Debido a esta prohibición, los agricultores tendrán que buscar nuevas técnicas para eliminar malezas. Esto puede repercutir en la economía, ya que utilizar métodos físicos para eliminar malezas, puede incrementar los gastos de mano de obra para los agricultores, y si el método no es altamente eficaz, puede disminuir el rendimiento de los cultivos, por lo tanto, las ganancias se verán reducidas o los productos aumentarán de precio.

Los agricultores mexicanos están muy familiarizados con el uso de glifosato, incluso en las áreas rurales, antes de la siembra, comúnmente se le dice a la etapa de la aplicación de glifosato: “llegó el tiempo de tirar líquido”. Sin embargo, muchos agricultores de las áreas rurales no saben que no encontrarán glifosato en las tiendas agrícolas. Esto puede ser preocupante porque podrían utilizar algún otro herbicida probablemente más tóxico, por ejemplo, la aplicación de quemantes agrícolas a base de Paraquat®, que suelen ser más tóxicos que el glifosato, estos herbicidas queman todo el tejido verde y, después de la aplicación, el agricultor les prende fuego a las malezas muertas para después sembrar.

 

Técnicas agroecológicas para eliminar malezas como alternativas para sustituir el uso de glifosato

Antes de que los agricultores aplicaran de forma común el glifosato, los campesinos agrícolas tenían sus propias formas de eliminar malezas, principalmente, la eliminación manual, el uso de coas o azadones y la labranza (arar la tierra). Además, utilizaban la siembra intercalada, la cual consiste en sembrar dos cultivos: uno entre las líneas del cultivo principal para generar que el suelo cultivado esté cubierto por los dos cultivos y así no permitir la entrada de luz para que se desarrollen las malezas.

De hecho, la famosa milpa mexicana es una técnica agroecológica donde el maíz es el cultivo principal y se acompaña con frijol o calabazas, y es un sistema agrícola de temporal, ya que las siembras se realizan en la temporada de lluvias. Este sistema es ecológico, porque el frijol puede fijar el nitrógeno en el suelo y lo fertiliza, mientras que la calabaza, mediante sus guías, puede cubrir los espacios del terreno para que no crezcan malezas. No se utilizan productos químicos, por lo que se obtiene maíz, frijol y calabaza libre de insumos tóxicos. Asimismo, son una fuente de alimentos durante la etapa de desarrollo del cultivo, debido a que se puede consumir ejotes, flor de calabaza, calabaza tierna, elotes tiernos para comer hervidos o para tamales de elote.

Además, en un sistema agroecológico, se puede utilizar herbicidas a base de extractos de plantas que no tienen efectos sobre la salud y el medio ambiente. Es sin duda un reto muy grande poder encontrar alternativas agroecológicas sobre todo en cultivos, por ejemplo, el tomate, que suele ser atacado por diferentes plagas y muchas de ellas muy agresivas, y que necesariamente habría que utilizar algún plaguicida.

 

Para Saber Más:

Diario Oficial de la Federación. (2020). Decreto para sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de la sustancia química denominada glifosato y de los agroquímicos utilizados en nuestro país. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5609365&fecha=31/12/2020#gsc.tab=0

International Agency for Research on Cancer. (2015). IARC Monograph on Glyphosate. https://www.iarc.who.int/featured-news/media-centre-iarc-news-lyphosate/#:~:text=In%20March%202015%2C%20IARC%20classified,of%20%E2%80%9Cpure%E2%80%9D%20glyphosate).

 

Magín González-Moscoso. Posdoctorado, Departamento de Investigación en Física, Universidad de Sonora.

Cd Obregón, Sonora.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Diana Meza-Figueroa. Investigador del Departamento de Geología, Universidad de Sonora. Cd Obregón, Sonora.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.