¿Cómo sobrevivieron las aves a la extinción del Cretácico?

Escrito por Roberto Díaz Sibaja

A lo largo de la historia de la vida en la tierra, se han presentado al menos cinco grandes eventos de extinción, donde en lapsos abruptos (en términos geológicos), más del 50% de las especies del globo, desapareció. De estos sucesos, el del límite del Cretácico y el Paleógeno, ocurrido hace 66 millones de años es quizá, el que más estimula la curiosidad humana. ¡Y no es para menos! Pues entre las "víctimas fatales" de esta extinción tenemos a los famosísimos dinosaurios... Pero espera, no todos los dinosaurios murieron. Si estás al corriente con el devenir científico actual, sabrás que las aves son ni más ni menos, dinosaurios. Al final del Cretácico lo que desapareció fueron los dinosaurios no avianos. Esos que les gustan a los niños y a los paleofreaks, como el famoso Tyrannosaurus rex.

Algo nos queda claro, las aves sobrevivieron a la hecatombe. Pero hay algo que se suele pasar por alto en el relato. Para empezar, "ave" es un término coloquial que refiere a dos cosas desde el punto de vista científico. Por un lado, al “grupo corona” de aves (que lleva por nombre científico "Aves"). Te explico, el grupo corona es el que contiene a todos los descendientes (vivos o extintos) de un único ancestro común inmediato de los grupos más externos en una filogenia (algo así como un árbol evolutivo, pero hecho a conciencia y con abundantes evidencias). En el caso de las Aves, los grupos más y menos derivados son los pájaros y las ratites (aves no voladoras) respectivamente. La definición de este grupo suele ser "desde el último ancestro común entre Struthio camelus (el avestruz) y Passer domesticus (el gorrión europeo)". Este concepto es el que suelen usar los ornitólogos que estudian a las aves modernas.

Ejemplos gráficos de los grupos descritos y mencionados en texto

Por otro lado, los paleontólogos suelen ser más amplios e incluir como ave a muchos taxones (grupos de especies) que casi cualquiera identifica como ave, bajo un concepto llamado “grupo troncal”. Pero para no incluir a un Triceratops horridus o a un Pteranodon longiceps como "ave troncal" (aunque técnicamente esto es correcto, pero suena descabellado), los paleontólogos suelen tomar un grupo definido de forma más o menos arbitraria (aunque se presentan argumentos para sostener la elegibilidad del mismo) y hacer ahí el corte. En el caso de las aves, el corte se hace con el icónico Archaeopteryx lithographica, miembro del grupo denominado Avialae. Y desde ahí, un paleontólogo le dice ave a todos los avialanos. Eso hace que existan muchas aves en el registro fósil, como la “gaviota” dentuda del Cretácico, Ichthyornis dispar; la desdentada Confuciusornis sanctus o la dientona con garras de Iberomesornis romerali. Esta última pertenece al grupo más abundante, diverso y ampliamente distribuido de aves del Cretácico, las Enantiornithes. Si viviéramos durante esta época y se nos pidiera “apostar” a un grupo de aves para que sobreviviesen a la extinción masiva por venir, seguro que pondríamos en la lista de ganadoras a las enantiornitas, pero no a las Ornithurae, que es el grupo al que pertenecen todas y cada una de las más de 9,000 especies de aves modernas.

Surge entonces la duda ¿Cómo es que las ornituras sobrevivieron, pero no todas las demás aves? Hasta hace un par de años, la respuesta era invariablemente un encogimiento de hombros, seguido de muchas hipótesis. No es sino hasta hace un par de años que los paleontólogos comenzaron a analizar el registro fósil en búsqueda de respuestas.

La clave del éxito de las modestas ornituras frente a las megadiversas enantiornitas parecen ser tres factores: el desarrollo de picos, el cambio de dieta y el hábitat.

Cabe mencionar que ambos grupos de aves tenían especies con y sin dientes, pero el grupo de las ornituras presentó una selección prevalente hacia formas desdentadas y favoreciendo la diversidad de picos. Estos les permitieron explotar muchos recursos inaccesibles para las enantiornitas y de ellos, el más importante fueron los granos y las semillas. Luego de la crisis de finales del Cretácico, las formas favorecidas fueron aquellas con picos en vez de dientes, pues el pico es una estructura mucho más versátil y que se modifica más rápidamente en pocas generaciones. El otro factor, tiene que ver con el hábitat. Luego de analizar el registro fósil, los paleontólogos notaron que existe un patrón de extinción aviana: perecieron las formas acuáticas (por el colapso de los ecosistemas marinos) y las formas silvícolas (habitantes de bosques), debido a que el impacto del meteorito en la península de Yucatán y las erupciones volcánicas masivas de la India produjeron repetidos incendios forestales masivos, colapsando estos ecosistemas. Las enantiornitas, cuya mayoría presentaba garras en las manos, eran habitantes de bosques y las ornituras solían vivir en espacios abiertos. Esta “pequeña” diferencia, más el desarrollo del versátil pico y de la granivoría (el consumo de granos y semillas), fueron clave para la supervivencia de las aves que hoy conocemos. Esta combinación de factores, prácticamente impredecibles garantizó la supervivencia de la mayoría de las ornituras y gracias a ello, tenemos aún aves para admirar, estudiar y proteger, los últimos dinosaurios del planeta.

 

SABER MAS:

Larson, D. W., Brown, C. M., y Evans, D. C. (2016). Dental disparity and ecological stability in bird-like dinosaurs prior to the end-Cretaceous mass extinction. Current Biology, 26(10), 1325-1333. 

Brusatte, S. L. (2016). Evolution: How Some Birds Survived When All Other Dinosaurs Died. Current Biology, 26(10), R415-R417. 

Field, D. J., Bercovici, A., Berv, J. S., Dunn, R., Fastovsky, D. E., Lyson, T. R., Vajda, V. y Gauthier, J. A. (2018). Early Evolution of Modern Birds Structured by Global Forest Collapse at the End-Cretaceous Mass Extinction. Current Biology, (en prensa), DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2018.04.062

 

Roberto Díaz Sibaja Colaborador del Laboratorio de Paleontología de la Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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