Pecílidos Importancia comercial, social y ecológica

Escrito por Rosa Gabriela Beltrán-López y Omar Domínguez-Domínguez

Los pecílidos, conocidos comúnmente como guayacones, topotes, espadas, gupis, molis y platys, representan uno de los grupos de peces dominantes y más diversos en aguas dulces, algunos de ellos se distribuyen en aguas salobres e incluso en ambientes marinos del continente Americano. Los podemos encontrar desde Estados Unidos de Norteamérica hasta Argentina, agrupando a más de 220 especies, la mayoría de ellas pequeñas (3 a 7 cm), aunque hay una especie que puede tener una talla máxima de 20 centímetros, el picudito (Belonesox belizanus).

De las características principales que distinguen a estos peces, una de las más importantes, es su reproducción vivípara, es decir que les permite producir crías vivas, además de poseer fertilización interna, por lo cual los pecílidos machos presentan una peculiar modificación en su aleta anal, que se llama gonopodio.

La alimentación de la mayoría de estos peces es omnívora, pueden alimentarse de diferentes tipos de alimento, como insectos u otros invertebrados pequeños, vegetación acuática e incluso materia orgánica en descomposición.

Por sus atractivas formas, colores y aparentemente fácil “cultivo”, diversas especies de pecílidos son reproducidos para ser comercializados y los podemos ver y tener en infinidad de acuarios o peceras de todo el mundo. También son considerados de importancia social. 

¿Peces controladores de mosquitos o especies invasoras?

Algunas especies de pecílidos son populares como agentes controladores de mosquitos, debido a que se alimentan de las larvas de los mosquitos que se desarrollan en el agua, principalmente Gambusia affinis y G. holbrooki (peces mosquito). Por esta característica, este tipo de peces se han introducido de una manera indiscriminada en aproximadamente 40 países alrededor del mundo, al ser considerado un método de control biológico eficiente y barato.

La primera introducción de la que se tiene registro para Estados Unidos de Norteamérica del pez mosquito, tuvo lugar a principios del siglo XIX. Para 1910 ya se habían introducido en diferentes ríos de Estados Unidos por el departamento de salud, con el propósito de controlar los mosquitos, principalmente aquellos que transmitían enfermedades. Además de las introducciones hechas por el hombre, estos peces han tenido la capacidad de expandir su rango de distribución en ríos donde no se distribuyen de manera natural, considerándolas como especies exóticas y en algunos casos invasores peligrosos para las especies autóctonas.

A pesar de los beneficios de salud que se consideraba que tendría la introducción de estas especies, se ha observado que en realidad no son más efectivas en el control de las larvas de mosquitos que las especies que se distribuyen de manera natural en los diferentes ríos en donde se han introducido. Tampoco han reducido de una manera significativa los casos de enfermedades que transmiten los mosquitos a los humanos; se ha documentado, en cambio, los graves impactos ecológicos que han provocado, ya que son peces muy agresivos y de comportamiento depredador.

Los peces mosquito pueden afectar negativamente a las poblaciones de peces autóctonos, ya sea por depredación o competencia por alimentos y espacio, lo que ocasiona que las especies de peces autóctonos, sean desplazadas. Incluso se les ha asociado con la extirpación o disminución de poblaciones de especies de peces, ya que se pueden alimentar de huevos, larvas y juveniles de otros peces. Por lo anterior, en el año 2000, una especie de poecílido fue considerada como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. 

Especies de Pecílidos en nuestros acuarios

La importancia comercial radica en que muchas de sus especies son cultivadas con gran éxito como peces de uso en el acuarismo, debido a sus coloraciones llamativas, facilidad para reproducirse y manejo sencillo por los acuicultores. Esto ha llevado a obtener un beneficio económico para miles de personas que viven de esta actividad.

Los peces manejados comúnmente para esta actividad alrededor del mundo, son los gupis (Poecilia reticulata), los peces espada (Xiphophorus helleri), los molis (Poecilia latipinna, P. sphenops) y los platys (Xiphophorus maculatus), las últimas cuatro especies endémicas o cuasi endémicas para México.

Aunque en su hábitat natural no presentan coloraciones espectaculares, en acuariofilia, existen diferentes variedades producidas por los acuicultores, lo que hace que estos peces presenten diferentes tonalidades y coloraciones que las hacen llamativas para el mercado. Países como Singapur, Malasia, Indonesia, Filipinas, Sri Lanka, Taiwán y Tailandia proveen al mercado internacional el 45% de las especies exóticas que se comercializan en el mundo, entre éstas, destacan las de origen mexicano, como las que se mencionaron anteriormente. 

¿Cuál es su importancia social?

La importancia social radica en varios factores, una de ellas es que las especies más grandes pueden consumirse localmente, aunque la mayoría, al ser de tamaño pequeño (1-7 cm) no son de interés como alimento humano. Por otra parte, algunos peces tienen importancia en el tema de la salud humana, en este caso, los peces del género Xiphophorus (peces platy y espada), particularmente Xiphophorus maculatus y X. helleri, han sido usados por los científicos en investigaciones referentes al cáncer por más de 70 años.

Particularmente, el melanoma (tipo de cáncer de piel) de estos peces, está bien establecido como modelo para el estudio del melanoma maligno humano, ya que en ambos casos, los melanomas están constituidos de los mismos tipos de células y tienen el mismo origen de desarrollo, además de que las etapas en el desarrollo de este tipo de cáncer son similares en el pez y en el humano. Debido a que en los peces ha sido más fácil la identificación de los genes de importancia en el desarrollo de las células pigmentadas y las que intervienen en la formación de melanomas, estos avances científicos en el pez platy han permitido generar anticuerpos contra antígenos que se encuentran en las células del melanoma humano. 

Investigación científica sobre un pecílido en México

Los pecílidos en México son los peces de agua dulce que presentan la mayor diversidad con 81 especies distribuidas en diferentes ríos, lagos y algunas especies en ambientes salobres del país. El géneroPoeciliopsis, mejor conocidos como “guatopotes”, está representado por 18 especies para México, de éstas, el guatopote del Lerma (Poeciliopsis infans) es la única que se distribuye ampliamente por el altiplano Mexicano.

Esta especie es endémica a esta región del mundo, ya que solo se encuentra en cuencas hidrológicas de esta zona templada de México como el río Lerma-Santiago, las partes altas de los ríos Ameca, Armería, Coahuayana, Balsas y Pánuco, así como en diferentes lagos que se encuentran entre el río Lerma y el río Armería, en los estados de Michoacán, Jalisco, Zacatecas y Querétaro.

Estos peces pueden habitar lagos, ríos y pozas, en aguas claras o turbias, y su biología es poco conocida. Las especies del género Poeciliopsis son de afinidad Neotropical, que se refiere a que se encuentran en cuerpos de agua de zonas cálidas y tropicales. Sin embargo, el guatopote del Lerma se encuentra en ambientes principalmente templados, y en una zona geológica y biogeográficamente muy compleja.

Debido a que es la única especie en esta familia que es endémica de los cuerpos de agua del centro de México, una zona donde se concentra aproximadamente el 35% de la industria, y aproximadamente el 40% de la población, amplias zonas ganaderas y agrícolas, y cuenta con los índices de contaminación del agua más altos en el país, es una especie que se encuentra en grave amenaza, desapareciendo en un 50% de sus poblaciones históricamente registradas.

Debido a esta problemática, en el Laboratorio de Biología Acuática de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, se realizan investigaciones tendientes a conocer la demografía histórica, diversidad, estructura genética, evolución y biogeografía de las poblaciones de esta especie en todas las cuencas hidrológicas en donde se distribuye.

Con esta información se tendrá el conocimiento necesario para proponer áreas prioritarias para la conservación y manejo de esta especie endémica, y junto con información recabada de otras especies co-distribuidas, sentar las bases para proponer soluciones a los problemas antropogénicos a los que están sujetas no solamente las poblaciones de esta especie, si no todos los organismos (otros peces, anfibios, invertebrados, aves, etc.) que se encuentren habitando los ambientes acuáticos de la parte central de México.

Además, porque sabemos que su presencia en el medio, es importante para mantener un equilibrio ecológico de las interacciones entre los diferentes organismos distribuidos de manera natural en esta región del país. 

 

Saber más

Elías-Fernández G. et al. 2006. Crecimiento, abundancia y biomasa de Poecilia reticulata en el lago urbano del parque Tezozomoc de la Ciudad de México. Revista Chapingo. Serie Ciencias Forestales y del Ambiente, 12(2), 155-159.

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62912210 

Froese R. y Pauly D. Eds. 1999. FishBase 99: conceptos, estructura y fuentes de datos. ICLARM, Manila, Filipinas. 322 p.

http://www.fishbase.org/identification/specieslist.php?famcode=216&areacode= 

Lowe S. et al. 2004. 100 de las Especies Exóticas Invasoras más dañinas del mundo. Una selección del Global Invasive Species Database. Revista Aliens, 12:1-12. Versión traducida y actualizada: Noviembre 2004.

http://www.iucngisd.org/gisd/pdf/100Spanish.pdf

Meierjohann S. y Schartl M. 2006. From Mendelian to molecular genetics:

The Xiphophorus melanoma model. Trends in Genetics, 22(12), 654-661.

http://ac.els-cdn.com/S0168952506003362/1-s2.0-S0168952506003362-main.pdf?_tid=eff7fe02-4aed-11e7-b436-00000aacb35e&acdnat=1496777 

Rosa Gabriela Beltrán-López es Maestra en Ciencias, estudiante del Programa Institucional de Doctorado en Ciencias Biológicas. 

D.C. Omar Domínguez Domínguez es profesor e investigador del Laboratorio de Biología Acuática, ambos de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.