La mirada de los infantes de Yunuén

Escrito por María del Carmen Mejía Argote

Dibujos realizados por las y los niños de Yunuén, el 7 y 8 de diciembre de 2016. Fotografía: Gabriela Medina.

La isla de Yunuén es una comunidad indígena que se localiza muy cerca de Janitzio, en el lago de Pátzcuaro, en Michoacán, México. Tiene una extensión de siete hectáreas; sin embargo, en 2016 algunos de sus habitantes señalaron que el nivel del agua ha bajado tanto que posiblemente la superficie de la isla ya tenga 10 hectáreas. Yunuén registra 107 habitantes —46 hombres y 61 mujeres (INEGI, 2020)—, los cuales integran 22 familias. La pesca es la principal actividad de la mayoría de la población. No obstante, esta labor no aporta todo el sustento a las familias, por lo que los isleños deben realizar actividades complementarias, como albañilería, comercio y la oferta de servicios turísticos en las cabañas. Esta última surgió a mediados de los años 90 como una alternativa para dar empleo a los habitantes y evitar el éxodo de las familias de Yunuén.

A partir del trabajo de campo que realicé en la isla, me planteé la siguiente pregunta: ¿Cuál es la percepción de los infantes acerca de los recursos naturales que los rodean? En un primer momento mi intención no era trabajar con las niñas y niños, esto se dio de manera natural, debido a que casi de inmediato empezaron a hacer preguntas, entablando una comunicación fluida y espontánea que me permitió posteriormente el contacto para entrevistar a los adultos, sus madres y padres.

 

El encuentro con los estudiantes de primaria

En un salón de clases se encontraban nueve niñas (Paola, Cecilia, Jazmín, Adriana, Karla, Cinthia, Itzel, Montse y Dulce) y cinco niños (Fredy, Mauricio, Erick, Adal y Adrián) de diferentes edades, desde primero hasta sexto año de primaria, a cargo de un maestro. Para romper el hielo y que me conocieran, iniciamos con una actividad de presentación. Ellas y ellos contaban sus aspiraciones a futuro. Algunos consideraban vivir en la isla cuando fueran mayores, mientras que otros pensaban irse. Escogieron estas profesiones: doctores, maestras, policías, chef y Erick, dijo que quería ser pescador. En la escuela estaba serio y participó poco, pero por la tarde, al entrevistar a su mamá y a su papá, toda la familia sacaba el pescado de la red y Erick se veía feliz.

Otra de las actividades que se realizó con los infantes consistió en que cada uno nos enseñara su lugar favorito o secreto de la isla. Por lo general, estos espacios estaban cerca de las casas familiares. Como parte de esta dinámica, el grupo se trasladaba de un lado a otro y los infantes iban explicando las actividades que asociaban con cada lugar. Cuando estábamos en la orilla del lago, Paola comentó que su papá le había dicho que el nivel del agua había descendido significativamente: antes bajaban a lavar la ropa y a bañarse junto al lago, y los más chicos jugaban en la orilla mientras esperaban a que su mamá terminara de lavar. Esta relación tan cercana con el agua del lago no existe más, puesto que ahora tienen una tubería y un pozo que suministran el agua a las cabañas y a las casas de la comunidad.

Adriana, que vive cerca de la iglesia y cuyo padre es el encargado de mantenerla limpia, escogió la iglesia como su lugar favorito. Al preguntarle si estaba aprendiendo a pescar, la respuesta fue la siguiente:

No, solo a los niños les enseñan (…) porque dicen nuestros papás que las mujeres no pueden pasar por donde se extiende la red en el suelo porque les sale una víbora y se les enrolla en el cuello, y que los hombres sí pueden pasar (…). Porque a veces tiran la red en el piso y cuando uno pasa por allí le dicen que se lo van a poner en el cuello (…). Porque las mujeres hacen comida y los hombres pescan (Adriana, nueve años, diciembre de 2016).

Dibujos realizados por las y los niños de Yunuén, el 7 y 8 de diciembre de 2016. Fotografía: Gabriela Medina. 

 Experiencia con infantes de preescolar

Se realizó una actividad de dibujo con tres niñas (Janet, Regina y Joselyn) y un niño (Adalberto) de preescolar. Consistió en que dibujaran en cartulinas que se colocaron en la pared afuera del salón de clases. Las niñas y el niño querían quedarse adentro del salón y trabajar en las mesitas, pero me interesaba sacarlos del espacio cerrado para observar cómo interactuaban con la isla. Este espacio es como una casa particularmente grande —contiene a 22 familias— en donde todos tienen vínculos de parentesco.

Los dibujos de Janet trazaron las manos de su papá, su mamá, sus hermanos y de ella, pero las figuras que estaban en el centro, que también eran las más grandes, correspondían a su abuela y abuelo. Ella dibujó dos canoas: dice que una es de ella.

Dibujos realizados por las y los niños de Yunuén, el 7 y 8 de diciembre de 2016. Fotografía: Gabriela Medina.

Por su parte, Regina trazó una figura muy grande, la de su papá; otras de menor tamaño que eran la de su mamá, y otras más chicas, que la representaban a ella y sus hermanos. Dibujó agua arriba de las cabezas de todos y abajo, en los pies de todos. Significativamente, la figura más grande que dibujó Adalberto también era la de su papá; su mamá era, también, una figura de menor tamaño. Adalberto dibujó agua en la parte de abajo donde está su nombre.

A las 11 de la mañana hubo un receso para niñas y niños de preescolar y primaria, se fueron a su casa a almorzar con la familia y regresaron a la escuela una vez que terminaron. Al finalizar el horario de escuela, se dirigieron al restaurante de las cabañas porque ahí se encontraban sus madres realizando alguna actividad vinculada a la preparación de alimentos y el aseo. A su vez, los padres se ocuparon de la reparación y el mantenimiento de las cabañas, que es la tarea que normalmente les corresponde.

En una ocasión, me tocó presenciar la faena. Se trata de una actividad que involucra a toda la comunidad en la construcción, reparación, limpieza o mantenimiento de alguna de las cabañas. Participa un miembro de cada una de las 22 familias enroladas en la cooperativa de las cabañas ecoturísticas. Ese día, se daba mantenimiento al techo de dos de ellas. Los hombres de entre 20 y 30 años estaban en el techo, las mujeres se encargaban de llevar tejas y pintar paredes, y los infantes se encontraban alrededor de las abuelas y madres.

A través de los dibujos y los lugares favoritos que mostraron, tuve acceso a la mirada que las niñas y los niños tienen de su hogar. Pintan la isla como media luna, lo que coincide con la visión que se tiene de Yunuén al acercarse en la lancha. Pero en sus dibujos también está presente la familia con la que conviven diariamente: abuelo(a)s, papá, mamá, hermano(a)s, y las actividades que realizan para obtener ingresos, principalmente relacionadas con el trabajo en las cabañas y con la pesca. En las tareas cotidianas hay una clara división de género, que incluso se manifiesta en los dibujos. De ahí esta experiencia de Yunuén desde la mirada de sus infantes.

 

 

Para Saber Más:

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). (2020). Censo de Población y Vivienda 2020. México. https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/#Microdatos

 

Mejía Argote M.C. (2018). Relaciones de género y prácticas sustentables. Estudio de caso en la comunidad indígena de Yunuén, Michoacán [Tesis de doctorado]. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán. http://bibliotecavirtual.dgb.umich.mx:8083/xmlui/bitstream/handle/DGB_UMICH/4349/FEVAQ-D-2018-0080.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

Montes Vega, O.A. (2016). Imaginarios fragmentados en una isla en continua transformación. Efectos del nacionalismo, del liberalismo y del neoliberalismo en Yunuén (Lago de Pátzcuaro). En J. Uzeta y J.E. Zárate (Eds.), Los lenguajes de la fragmentación política (pp. 101-122), El Colegio de Michoacán. http://anchecata.colmich.edu.mx/janium-bin/janium_login_opac.pl?find&ficha_no=139702