Los virus están de moda

Escrito por Horacio Cano Camacho

Cierto, los virus están de moda y eso no es malo. De hecho, siempre debieron estar en ese nivel de conciencia pública. Los virus son las entidades biológicas más sencillas que conocemos. Digamos —para no entrar en debates—, que los virus están al límite de lo vivo. Son unidades de información con capacidad para realizar todo lo que caracteriza a un ser vivo: reproducirse, crecer, evolucionar, incluso comunicarse (no como nosotros, claro). El asunto es que no lo realizan por su propia cuenta, sino que dependen por entero de la célula que infectan.

Los virus son las entidades biológicas más abundantes. En un litro de agua de mar o en un kilo de tierra, hay más virus que todos los demás seres vivos juntos. Se calcula que si fuésemos capaces —que no lo somos— de reunir a todas las partículas virales del SARS-CoV2 que en este momento están causando la pandemia de Covid-19, estas cabrían en un espacio equivalente a una lata de refresco o de una manzana más o menos grande.

Los virus infectan a todos los seres vivos, desde las bacterias, los protozoarios, los hongos, animales y plantas. Es más, hay virus capaces de infectar a otros virus. Y por supuesto, infectan todas las células y tejidos de un organismo pluricelular y cada uno constituye un tipo especializado.

Pero los virus no son los agentes malvados que pensamos. Como todo ser vivo —insisto en considerarlos vivos, pero de una manera muy particular—, juegan papeles muy complejos en los ecosistemas, aunque la mayoría de estos papeles los desconozcamos, pero sí sabemos que están detrás de procesos evolutivos, de la diversificación de los seres vivos y del origen de estructuras tan sofisticadas como la placenta, órgano fundamental para el correcto desarrollo del embrión en los mamíferos.

Unos parientes de los virus, o de un tipo de virus, llamados retrovirus, dieron origen a unas partículas muy interesantes e importantes, los transposones y retrotransposones o elementos móviles dentro del genoma. Estos son tan abundantes que constituyen el 50 % del genoma humano y el 70 % del genoma del maíz. Son importantes porque pueden inducir cambios en el genoma, desde mutaciones hasta su reconfiguración, influyendo en los procesos evolutivos de sus huéspedes.

Por supuesto que los virus son importantes por las enfermedades que provocan y por su potencial epidémico y pandémico; infectan y enferman no solo a los humanos, sino también a plantas, animales, hongos y bacterias. Y lo hacen de manera eficiente a través de enfermedades terribles para la humanidad (efectos directos), así como diezmando cultivos y ganado (efecto indirecto).

Pero los virus pueden ser vehículos para realizar, a propósito, transformaciones genéticas en otras especies de interés, como agentes terapéuticos contra infecciones bacterianas o recientemente se estudia su potencial contra tumores cancerígenos.

En fin, ¿por qué ahora elogio tanto a los virus? Ya lo dije, porque están de moda. Y para muestra un botón. Quiero recomendarles algunos libros recientes de divulgación que dan cuenta de qué es un virus, cuántos tipos hay y cuál es su importancia. Son libros diferentes, a veces más narrativos, otros con más información técnica, pero en todo caso, herramientas muy útiles para familiarizarnos con ellos.

Comienzo por el primero: Un día en la vida de un virus, de Miguel Pita (2020, Editorial Periférica, ISBN 9788418264580), este es un libro muy breve pero sustancioso. Comienza con una explicación de lo que son los virus, pero en un contexto de la estructura modular de los seres vivos. ¿De qué están hechos los seres vivos? ¿Qué consideramos vivo? Responder a estas preguntas no es trivial, ya que nos permiten ubicar a nuestros protagonistas y entenderlos. El orden de la materia viva, qué significa y de allí, cómo los virus responden también a este orden de construcción de moléculas. Pita inventó dos virus: el RE-VI y el XicuV para seguirles la pista y usarlos como recurso muy ameno en su explicación. Todo está contado con una enorme sencillez, pero cuida mucho el rigor científico. Un texto breve, muy bien soportado y muy bien escrito.

El siguiente texto es Un planeta de virus, de Carl Zimmer (2015, Capitán Swing Libros. ISBN 9788412209600), es también un texto breve que cuenta en un estilo un poco más solemne que el anterior, una historia parecida: qué son estos bichos, cómo se involucran en la salud humana y cuál su papel en la historia de la sociedad como agentes que pueden reconfigurar los mapas poblacionales. Luego hace un recorrido por algunos de los virus más conocidos, desde el primero fotografiado: virus del mosaico del tabaco hasta todos nuestros viejos y nuevos conocidos como el de la gripe, fiebre del Nilo, VIH, Ébola, Viruela, hasta los fagos, los macro virus o virus gigantes y de manera muy notoria, toca un tema que falta en otros textos, los retrovirus y su papel en la evolución y los virus y la definición de vida. Muy recomendable para entender nuestro momento.

Terminamos con un libro que directamente ataca el asunto de los virus desde la perspectiva de su involucramiento en las grandes pandemias. Y no me gusta mucho revisar solo ese aspecto, pero es importante. El enemigo invisible, de Dorothy Crawford (2020, Península. ISBN 9788499429373). Y digo que no me gusta el enfoque porque se centra en un solo aspecto de los virus, su papel en las enfermedades y la devastación de muchas comunidades. Por supuesto que ha sido así, no cabe duda; sin embargo, los virus son más que pandemias, muertes o enfermedades. No está nada mal, de cualquier forma, ser conscientes de este aspecto para luchar contra ellos, como el mismo libro concluye. Estamos en posibilidades de combatirlos de mejor manera, incluso aunque parezca de ciencia ficción, usarlos en nuestro beneficio en la lucha contra enfermedades bacterianas y el cáncer.

Estos tres títulos pueden ser fundamentales para estar informados, entender el contexto en el que nos movemos y no ser presa fácil de la desinformación y las noticias falsas, que son una pandemia tan peligrosa como las enfermedades que nos están asolando.

 

Horacio Cano Camacho, Profesor Investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología y Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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