ZONA CALIENTE

Escrito por Horacio Cano Camacho

El término Thriller se refiere a un género de la literatura (y el cine) caracterizado por el suspenso, la intriga y el terror. Fundamentalmente se trata de historias vertiginosas que atrapan al lector o auditorio y le impelen a estar pendiente del desenlace de cada escena o pasaje, generando la necesidad de mirar el siguiente capítulo para satisfacer la curiosidad y emoción desatada por la historia. El libro que comentamos hoy podría pasar perfectamente bien por un estupendo thriller si no fuera por una razón: la narrado allí es rigurosamente cierto…

Se trata de Zona caliente (Richard Preston 2014), Ed. Salamandra, Barcelona. ISBN 9788498386448. 384 pp. El libro fue publicado originalmente en 1994 como una investigación periodística en un intento de explicar los orígenes y evolución del virus Ébola y advertir de sus peligros. Su autor es un escritor y periodista, colaborador de muchas revistas y diarios de prestigio que se ha especializado en la relación entre la literatura y la ciencia.

Salamandra y otras editoriales han actualizado la versión original y recién se publica corregido y aumentado a raíz (no hay que negarlo) del brote de Ébola en el occidente de África y la posibilidad de su dispersión a otras áreas del mundo. Dispersión analizada y prevista en el libro original.

El título describe un área de los laboratorios en donde se investigan los agentes causales de enfermedades contagiosas. La “zona caliente” es, en el argot de los científicos, donde se concentran los virus más letales. En términos técnicos, se trata de un área de Bioseguridad Nivel 4.

Los laboratorios que manejan microorganismos deben crear y mantener diferentes niveles de protección contra el riesgo de dispersión y contagio. El nivel 1 es el más básico, en él se trabajan microorganismos poco peligrosos e incapaces de generar contagios. Basta con el uso de guantes, bata y otras medidas de limpieza. El nivel 2 requiere de un trabajo de esterilización previa y posterior al manejo y permite trabajar bacterias, virus y otros agentes patogénicos de riesgo moderado. Se trabaja con gabinetes de esterilidad, guantes, tapabocas, bata y otros medios físicos. Aquí se deben concentrar los estudios con hepatitis, VIH, Salmonella, etc. En el nivel 3 se trabaja con agentes biológicos que tienen capacidad de transmisión por vía respiratoria y que pueden causar infecciones serias y potencialmente mortales: tuberculosis, la influenza, entre otras. Se requieren trajes especiales, mascarilla para ojos, guantes, zonas de esterilidad antes y después del área de trabajo, etc.

En la zona caliente (nivel 4) se trabajan las enfermedades más peligrosas que se conocen. Todos son virus y no existe hasta ahora ningún medio clínico para ser tratados. En este nivel es necesario el aislamiento total del personal, del edificio, sistemas complejos de ventilación y manejo de desechos, trajes especiales y presión reducida para evitar que cualquier material en contacto con los virus salga del laboratorio. Aquí se trabaja con Ébola, Marburgo, Lassa, Junin, Hanta, Crimea-Congo, etc.

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