Semana del Cerebro

Escrito por Horacio Cano Camacho

Por: Horacio Cano Camacho

 

La Semana del Cerebro es un evento global que se celebra cada año con el objetivo de dar a conocer la importancia del cerebro, así como los avances en la investigación neurocientífica. Este evento se lleva a cabo en marzo y es organizado por instituciones científicas, universidades, hospitales y sociedades de neurociencia en diferentes países.

Durante la Semana del Cerebro se realizan conferencias, talleres, exposiciones interactivas y experimentos educativos dirigidos al público de todas las edades. Se abordan temas como la consciencia, la memoria, el aprendizaje, las emociones, las enfermedades neurológicas y la relación entre el cerebro y la tecnología.

Esta iniciativa fue impulsada por la Dana Alliance for Brain Initiatives y por la Society for Neuroscience, y ha crecido hasta incluir eventos en todo el mundo, promoviendo la divulgación científica y el interés por la neurociencia.

Tenemos ahora una conversación con los coordinadores de uno de los eventos organizados en la ciudad de Morelia, Michoacán. Esta coordinación incluye al Dr. Jorge Contreras Garduño de la ENES-Universidad Nacional Autónoma de México, a la Dra. Esperanza Meléndez Herrera del INIRENA-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Dra. Naima Lajus Ávila del CIB-Instituto Mexicano del Seguro Social.

 

¿Qué es la Semana del Cerebro y cuál es su principal objetivo?

Esperanza Meléndez Herrera (EMH). La Semana del Cerebro es un evento mundial que se lleva a cabo durante la segunda semana de marzo y tiene como objetivo difundir la investigación en neurociencias. Este evento busca hacer accesible el conocimiento sobre el cerebro, tanto a comunidades académicas como al público en general, promoviendo el interés por la ciencia en diversos sectores de la sociedad.

 

¿Cómo se plantearon organizar la Semana del Cerebro en términos de logística?

Naima Lajus Ávila (NLA). La verdad fue un esfuerzo más bien espontáneo. Esa es la ventaja de trabajar con un gran grupo de colaboradores. Cada uno tenemos diferentes fortalezas, por lo que la distribución de los esfuerzos surgió de forma más orgánica y ajustada a esas fortalezas. De esa forma, los que tenemos más aptitud para la organización nos encargamos de coordinar con la sede, mientras que los que tenemos más aptitud para el diseño o la parte visual nos encargamos de la difusión y de las exposiciones. También fue muy importante contar con el apoyo del fabuloso equipo del Centro Cultural de la UNAM y de los talleristas que conocen muy bien su trabajo y son expertos en este tipo de actividades.

 

¿Qué tipo de actividades se llevan a cabo durante la Semana del Cerebro?

EMH. Como evento global, la Semana del Cerebro se distingue por su diversidad. Afortunadamente, existen actividades para todo el público, desde conferencias de temas muy especializados hasta talleres para el público infantil. En Morelia, se llevan a cabo múltiples actividades de divulgación en paralelo, adaptadas a diversos intereses y audiencias. Idealmente, cualquier persona podría entender e interesarse en todas las actividades, pero como sabemos, el interés por el cerebro es desde nuestra propia diversidad. Así, habrá personas interesadas en entender cómo funciona el cerebro enamorado o cómo cambia el cerebro de una mujer en la maternidad; mientras que alguien más se interesa en la consciencia de sí mismo o en las bases neurobiológicas de la ansiedad. Nuestro grupo está interesado en ofrecer una amplia gama de actividades que pueden interesar a todos los públicos, desde talleres interactivos que utilizan los beneficios de la tecnología hasta exposiciones artísticas, sin perder de vista el valor del contacto directo con investigadoras e investigadores, cuya experiencia resulta fundamental para inspirar a las nuevas generaciones.

 

¿Cómo seleccionan a los ponentes y facilitadores para los eventos?

NLA. Los ponentes fueron seleccionados, principalmente, con base en su trayectoria tanto académica como profesional. Nuestra prioridad fue invitar a personas que realizan investigación de frontera y que tienen un buen número de publicaciones reconocidas a nivel internacional. La pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores y la trayectoria también fueron importantes. Cabe destacar que admiramos profundamente a nuestros invitados que se ofrecieron a venir a apoyarnos, incluso con dinero de su propio bolsillo. Otra parte relevante para nosotros, al seleccionar a los ponentes, fue incluir investigadores jóvenes (recién egresados de doctorado o posdocs) que, aunque apenas inician, ya cuentan con trayectorias brillantes. Por eso instauramos la charla «Mentes emergentes».

 

¿Qué medidas se toman para asegurar que la información proporcionada sea precisa y actualizada? Esto lo pregunto por la existencia de muchas personas a «colar» actividades pseudocientíficas en otros eventos.

EMH. Como lo comentó Naima, hacemos una selección meticulosa de la trayectoria científica de nuestros invitados; cada uno es líder en su campo de investigación y tiene un reconocido prestigio nacional e internacional. Nunca hemos tenido dudas sobre la calidad de la información que presentarán y, afortunadamente, todos han superado con creces nuestras ya altas expectativas, por lo que seguiremos confiando en que sus indicadores académicos son garantía de la rigurosidad y de la excelencia del conocimiento que comparten.

 

 ¿Cómo se financia la realización de la Semana del Cerebro?

NLA. Contamos con apoyo financiero del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Michoacán, de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas por medios del Capítulo Ciudad de México, de la Society for Neuroscience y también de nuestros fondos personales.

 

¿Qué impacto esperan de la Semana del Cerebro en la comunidad?

EMH. Esperamos que el público que tenga curiosidad por las neurociencias encuentre en la Semana del Cerebro información novedosa directamente de los científicos expertos, pero también esperamos que el público en general vea que sus impuestos financian investigaciones de calidad orientadas a resolver problemas que nos interesan a todos y a todas. Hemos enfocado nuestros esfuerzos en invitar a especialistas en temas de interés general, asegurando, al mismo tiempo, la equidad de género. Esto es especialmente importante para nuestro grupo, ya que buscamos que las jóvenes identifiquen la ciencia como una opción real de desarrollo profesional y vean en nuestras invitadas e invitados un ejemplo tangible de que se pueden convertir en científicas o científicos.

 

¿Cuáles son sus planes futuros para la Semana del Cerebro?

EMH. ¡Tenemos grandes planes! Primero, queremos mantener la calidad del evento, invitando a investigadoras e investigadores de reconocido prestigio nacional e internacional cuya trayectoria conozcamos y admiremos. Tal vez, algunos serán viejos amigos y algunos otros amigos por conocer, pero siempre serán líderes en su área académica. Queremos que las secciones Mentes emergentes y la Cátedra neurociencia de frontera se mantengan como espacios permanentes, asegurando que jóvenes investigadores e investigadoras tengan las mismas oportunidades que especialistas consolidados para acercarse al público de Morelia y compartir sus conocimientos. Además, buscamos rotar la sede del evento para ampliar su alcance, más allá de los recintos académicos tradicionales.

La primera edición de la Semana del Cerebro se llevó a cabo en el Centro Cultural de la UMSNH, mientras que la de este año fue en el Centro Cultural de la UNAM. Esperamos que la próxima edición podamos realizarla en el Centro Cultural del IMSS, fortaleciendo así la vinculación con distintos sectores de la sociedad. También queremos hacer una tradición anual: que exista un número especial de Saber Más destinado a divulgar la investigación en neurociencias. Desde el principio, consideramos que Saber Más debe ser parte fundamental para garantizar el éxito del proyecto, por lo que estamos muy agradecidos por esta oportunidad.

 

Una pregunta extraña a estas alturas de la charla. En lo personal, ¿por qué se dedican a investigar temas relacionados con el cerebro, incluyendo modelos —digamos— un poco extraños?

NLA. Yo sé que estudiar la salud mental usando ratas pudiera sonar un poco extraño, ¡pero en realidad es de lo más normal! La gran mayoría de los conceptos y el conocimiento que tenemos sobre el cerebro viene del uso de roedores y solo una muy pequeña cantidad de cosas fueron descritas por primera vez en humanos. Los animales no humanos tienen diversas ventajas. La primera es la parte ética. Experimentar en humanos está estrictamente prohibido. En mi caso es peor, ya que trabajamos con organismos en desarrollo y experimentar en niños es impensable. La segunda ventaja, es que los roedores son animales que alcanzan la adultez relativamente rápido, lo cual nos permite estudiar los efectos a largo plazo de los tratamientos sin tener que esperar decenas de años a que los individuos lleguen a la madurez. La tercera es el costo. Los animales de laboratorio son pequeños y requieren pocos recursos para su mantenimiento. Esto permite estudiar a varios animales al mismo tiempo y hacer estudios estadísticamente robustos con relativa facilidad.

EMH. A mí, desde siempre, me ha interesado el funcionamiento del cerebro. Primero, comencé interesada en entender el funcionamiento en humanos, luego me especialicé en el desarrollo del sistema nervioso en ratas y, posteriormente, ¡terminé interesada en el estrés y la conservación de tortugas marinas! De toda esta trayectoria he entendido que los mecanismos que subyacen al funcionamiento del cerebro son muy parecidos entre los diferentes modelos experimentales. Ahora estoy muy interesada en entender cómo el organismo «negocia sus recursos» para mantener el funcionamiento de los diferentes sistemas ante retos ambientales. Mantengo una colaboración activa con la Dra. Lajud, y estamos entusiasmadas explorando cómo el estrés, asociado a infecciones, al cambio climático o la inversión materna diferencial, impacta en la función cerebral, a menudo con resultados inesperados.

Jorge Contreras Garduño (JCG). Por mi parte, cuando buscaba hacer la tesis de licenciatura, visité laboratorios en la UNAM que se dedicaran a establecer las bases neurofisiológicas de la elección de pareja; sin embargo, nadie lo hacía. En ese tiempo, mi primer mentor, el Dr. Hugh Drummond del Instituto de Ecología de la UNAM, me dijo que primero estudiara el comportamiento a nivel de organismo y, después, a su debido tiempo, que analizara sus cerebros. Ahora, casi 25 años después, estamos analizando las bases neurales de la elección de pareja en insectos.

 

¿Algo que quieran agregar?

EMH. Quiero agradecer profundamente a todo el equipo que nos ha apoyado en estas dos ediciones de la Semana del Cerebro. A mis compañeros y amigos organizadores, al equipo técnico, a quienes participaron como ponentes, a las instituciones que brindaron su apoyo y, por supuesto, a todo el público que nos acompañó en cada actividad. Este año, la respuesta fue extraordinaria, superando por mucho nuestras expectativas. Esperamos que el siguiente año tengamos aún más interesados en entender cómo funciona el cerebro.

Muchas gracias a ustedes por la Semana y, desde luego, por esta charla.