DR. HORACIO CANO CAMACHO

Escrito por Roberto Carlos Martínez Trujillo y Fernando Covián Mendoza

Profesor-Investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología (CMEB) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, instituido por la UMSNH en el año de 1998 como un centro de investigación de alto nivel en las áreas de biología molecular y biotecnología molecular en el campo agropecuario.

Él fue distinguido con el Premio Estatal de Ciencia Tecnología e Innovación 2012 en reconocimiento a su labor como divulgador de la ciencia desde hace más de tres lustros.

Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I.

¿Qué lo llevó al campo de la divulgación de la ciencia?

La convicción de que se trata de un deber ético de todo profesor o investigador: dar a conocer lo que sabe o hace con los recursos de la sociedad. Es muy importante generar una cultura científica en la sociedad como una vía de generar valores cívicos, éticos y desde luego, estéticos. Estoy convencido que la crisis actual por la que atraviesa el país (violencia, inseguridad, corrupción) es en gran medida un reflejo del fracaso rotundo del sistema educativo que no fue capaz de engendrar una sociedad de ciudadanos. La divulgación de la ciencia, la educación y la cultura pueden salvarnos si logramos que penetre y se difunda a toda la sociedad. Por lo menos creo que puedo aportar un granito de arena.

¿Dónde pone los acentos al hacer divulgación, en el fondo o en la forma?

En ambas. Es importante que todo lo que digas sea rigurosamente cierto, que pueda sustentarse con hechos. Pero como lo digas es también fundamental. Debe de lograrse un equilibrio entre los hechos y un lenguaje próximo al auditorio. Debes lograr comunicarte con él, emocionarlo y seducirlo para que se acerque al conocimiento. ¡Que tu lector o tu escucha sienta emoción por saber es todo un reto! Debemos recordar, además, que no estás formando especialistas. Por el contrario, estás intentando atraer entusiastas de la cultura o formándolos, lo que resulta aún más complicado. Pero hay que tener cuidado de no confundir o abrumar al auditorio con datos, datos, datos. La divulgación, estoy convencido, es un arte y no una ciencia. Y el divulgador debe convertirse en un artista que comunique emociones y también… hechos.

¿Qué medio le gusta más para hacer divulgación y por qué?

Cada medio tiene sus encantos y dificultades y desde luego, su auditorio. Me encanta escribir (no sé si lo hago bien) y tengo mis fans… es una forma de decir que hay algunas personas que me siguen y buscan mis artículos y en ocasiones me comentan algo al respecto cuando me cruzo con ellos. Pero también me pasa algo similar con el programa de radio. En fin, lo que importa es el mensaje. El medio hay que aprovecharlo. Si quieres hablarle a una ama de casa (que por cierto, es un auditorio muy importante) o a un taxista, está la radio, porque están escuchando mientras realizan sus labores. Los periódicos y las revistas van más dirigidas a un lector con cierto nivel de educación (media o media superior) que acostumbra leer y entonces lo que digas y cómo lo digas debe responder a ese posible auditorio. Si te equivocas, lo asustas y lo alejas del conocimiento. No debemos olvidarlo. Un problema adicional es el bajo nivel de lectura que existe en México, de manera que hay que seleccionar con mucho cuidado el medio y el lenguaje y finalmente, tenemos una competencia terrible en los medios comerciales. Nos guste o no, la mayoría de la gente obtiene sus nociones sobre ciencia a través del cine o peor aún, de la televisión comercial. De manera que también debes ser capaz de adaptarte y aprovechar esa condición. Una película de moda puede ser el pretexto idóneo para introducir conceptos y explicaciones científicas, pero hay que saber hacerlo…

¿Qué lo motivó o cuál fue el factor decisivo para elegir carrera y destino?

Lo que les contaba antes. Yo llegué a la ciencia por motivos más bien ideológicos. Cierta noción, aunque muy primitiva, de hacer algo por los demás. Una idea romántica, es cierto, pero creo que todos los adolescentes tenemos esa motivación en un inicio. Después, a medida que vas aprendiendo, van surgiendo otras motivaciones –digamos, más académicas— que te impulsan a seguir. El conocimiento te atrapa y te impulsa. Cuando comienzas a aprender se hace una especie de adicción que solo se cura aprendiendo más… No me gusta el trabajo monótono, de repetición al infinito y la biología no lo es en absoluto. Alimenta tu capacidad de sorprenderte cada día con lo que aprendes y con lo que otros descubren y luego te enseñan. Es además, una carrera muy divertida. Creo que escogí la mejor carrera del mundo y además me pagan por trabajar en ella.…

¿Cuánto le ha significado su trabajo en el Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología?

Muy satisfactorio. Un grupo de compañeros y yo lo creamos. Tuvimos el apoyo de las autoridades y de otros profesores entusiastas. Cuando uno termina su doctorado sólo sueña con una oportunidad así. El Centro va muy bien, a pesar de muchas limitaciones (dinero sobre todo). Ha crecido en calidad y cantidad. Buenos investigadores, magníficos alumnos, proyectos muy interesantes e importantes. Recibimos jóvenes de licenciatura, maestría y doctorado, pero también alumnos de otros programas más básicos, como preparatoria o de carreras técnicas. Y es muy satisfactorio verlos crecer, emocionarse con su trabajo, dedicarle todo el tiempo del mundo, discutir apasionadamente, ir transformando su lenguaje… Creo, sin duda alguna que el CMEB está cumpliendo a cabalidad los objetivos para los que fue creado. Y eso lo podemos ver en la cantidad y calidad de sus publicaciones científicas, la cantidad y calidad de sus egresados, los proyectos financiados con los que los profesores trabajan. Nos falta más, sin duda. Pero vamos avanzando.

Mis primeros proyectos apoyados, mis primeros estudiantes y mis primeras publicaciones salieron del trabajo en y desde el CMEB. La Universidad Michoacana, a pesar de todos los problemas que arrastra, es muy generosa con nosotros y nos permite trabajar bien, crecer. Hacer lo que nos gusta.…

Siendo profesor, ¿cuáles son sus metas y satisfactores de las mismas hasta ahora?

Hacer un trabajo de calidad, responder a los retos y compromisos de mi universidad. Siento que estoy haciendo bien mi trabajo, pero puedo mejorar. Eso lo puedo medir en mis publicaciones científicas. Hay que ir subiendo el valor y la calidad de las mismas. No conformarnos con cumplir. Otra satisfacción (aun mayor), es el momento en que mis estudiantes obtienen un grado (el que sea). Verlos en esa fase significa mucho. Para mí, es el reflejo claro de que estamos cumpliendo. Que la Universidad y yo mismo somos importantes para muchos. Que le estamos abriendo las puertas del futuro al talento de nuestros jóvenes y nuestros ciudadanos. Y dar clase me gusta mucho, creo que no lo hago mal, aunque ese juicio no debería salir de mí… Me gusta lo que hago. Además de ser biólogo, dar clases en una verdadera fiesta, llena de satisfacciones y retos.

Y fíjense, la Universidad nos proporciona todo esto. La posibilidad de trabajar en la investigación científica, de proporcionarnos un medio de vida (bueno), de formar gente, de enseñar y de esa manera, de servir a la sociedad.

¿Cómo equilibra tiempo y concentración entre sus labores cotidianas como investigador, formador de estudiantes de posgrado y divulgador?

Uff, ¡qué difícil pregunta! Hay que darse tiempo para todo. Trabajo, asesorías, gestión, clases, etc. Pero también es muy importante darte tiempo para leer, escuchar música, ver cine. Todo ello forma parte de la cultura y es una obligación… No lo sé. Organizarse y hacerlo…

Tengo por supuesto el apoyo incondicional de mi compañera. De otra manera sería imposible.

Seguro otros investigadores lo han dicho. Trabajar en ciencia es un modo de vida. Cada una de estas labores que señalan se convierten en indispensables y van encontrando su lugar. Hay que hacerlas todas y hacerlas bien… Al final de cuentas no es tan difícil ni abrumador como se oye.

¿Qué ha significado para usted el haber obtenido el Premio Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación 2012, en la modalidad de Divulgación?

Me dio gusto. Que el premio exista y reconozca la labor que hacen muchos en el estado es muy importante. Más allá de tus 15 minutos de fama (a los que todos tenemos derecho, solía decir Andy Warhol), es indispensable que se reconozca la importancia de la divulgación en la educación, pero sobre todo en la formación de ciudadanos. Nunca pensé (en serio), recibir algo a cambio de la actividad como divulgador. Es más, yo no me considero divulgador (a buena hora lo digo). Los divulgadores estudian, van a congresos, seminarios y diplomados del tema. Yo nunca lo he hecho. Hago divulgación por lo que apunté antes, es parte de la ética del conocimiento y mi obligación como ciudadano. Me gusta contar cosas, me gusta que otros se enteren de cómo funcionan ciertas cosas y si yo lo sé, pues hay que enseñar a los demás. De tal manera que nunca creí que alguien me diera un premio por hacer cosas que me gustan. Pero allí está y me da mucho gusto, por supuesto.

¿Cuál es la importancia que le da a la divulgación y por qué?

La cultura científica puede contribuir a formar mejores ciudadanos. El conocimiento nos ayuda a tomar decisiones informadas, nos genera una visión ética, cívica y estética de la naturaleza y la sociedad misma. Y un ciudadano formado en estos valores es, por fuerza, un mejor ciudadano. Creo que el valor de la divulgación está aquí: formar personas críticas, racionales, responsables. Por supuesto, no es una varita mágica. Debe ser parte de un proceso más complejo que pasa por mejorar la educación en todos sus niveles, mejorar las condiciones de vida de la población, dar acceso a la educación a todos en todos los niveles, administrar el país de mejor manera… La divulgación por su fuerza educadora debe ser una parte estratégica de la educación y la formación de una sociedad de ciudadanos y no de clientes. Es importante recalcar que la divulgación no debe tener como objetivo central formar investigadores o atraer gente al campo de la ciencia. Claro que esto es válido y tiene su importancia. El objetivo fundamental es formar mejores ciudadanos.

¿De qué manera se puede motivar a los jóvenes y catedráticos para que realicen divulgación?

Esta respuesta tiene que ver con la anterior. Los estudiantes y profesores universitarios antes que tales son ciudadanos y deben asumir ese papel primero. Entender que sólo saldremos adelante como sociedad y no de manera egoísta e individualista. Una vez entendido esto, lo que sigue es una labor de entrenamiento. Nadie nace sabiendo divulgar, hay que estudiar, hay que ensayar, todo eso… De manera que el primer paso es enseñar el deber que tenemos los universitarios con la sociedad que nos paga. Habrá muchos profesores e investigadores que argumenten falta de tiempo, múltiples ocupaciones, etc. Es cierto, los universitarios, en particular los Profesores-Investigadores somos gente muy ocupada, pero debemos darnos un espacio para escribir. Si no lo hacemos, muchas veces es por miedo a salirnos de nuestro círculo de confort, del lenguaje especializado y críptico en el que nos sentimos cómodos. Hay que aventurarse a explicarle a los no especialistas lo que hacemos o lo que sabemos. No es fácil, sobre todo cuando, por desgracia, sabemos que en el sector universitario también, como en toda la sociedad, hay una gran ignorancia. Muchos de mis compañeros universitarios no leen, su cultura es muy limitada. Entonces resulta muy dificil divulgar. Necesitamos conocimientos, lenguaje, imaginación y esto nos lo aporta la cultura y la experiencia.

Entonces el primer paso es motivarlos a través de hacer conciencia de la importancia de divulgar, el segundo es crear o consolidar los medios para que lo hagan (no todo mundo es un buen divulgador, pero puede dar entrevistas en radio, explicar cosas o responder dudas en internet, etc). Y el tercero, tal vez el más fácil de todos, es capacitar al futuro divulgador en los truquillos y tripas de la divulgación.…

¿Cuáles son otras de sus atenciones, gustos, aficiones o dedicaciones?

¿En qué departamento? (Así dice mi esposa) Mis intereses son, creo, muy amplios. Yo disfruto mucho leer. Siempre me verán leer. Confieso que soy adicto a la lectura, en particular la literatura de ficción (la novela negra, la ciencia ficción, la literatura en general). Me gusta mucho el cine, también es mi pasión, tanto como la música. Me gusta viajar, conocer nuevos lugares y la cocina. Cocinar es parte de mi ritual doméstico y además es de familia, desde mi padre y tíos, así como alguno de mis hermanos, la cocina se nos da… Voy al programa de radio, escribo en el periódico, tengo mi página web (medio descuidada ahora, pero prometo atenderla en vacaciones)… Platicar de lo que leo y recomendar lecturas me gusta mucho. No es para que digan “ah, ¡este tipo como lee!”. No. Hay mucho de placentero en recomendar libros que me sedujeron, que me entusiasmaron. Y transferir esa emoción a otros. De la misma manera me gusta mucho recibir una recomendación de lecturas o películas y luego, platicar sobre ello. A cada rato estoy mandando correos con comentarios sobre mis lecturas a mis amigos. Muchos me hacen caso y responden y me cuentan sus propias apreciaciones. De esa manera nos alimentamos. Es tan importante para mí esta actividad, que estoy pensando en convertirla en una página web…

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