La visión del SIDA en los médicos del futuro

Escrito por Paola Pérez Polanco y Luis Manuel Montaño Zetina

Desde hace décadas sabemos de la existencia de una enfermedad que ataca a nuestro sistema inmune que es el encargado de la defensa de nuestro organismo: el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

El SIDA ha causado grandes preocupaciones desde el punto de vista médico, político, económico y psicológico; por esta razón la mayoría de los países del mundo han invertido grandes recursos para combatir esta enfermedad.

 

El virus causante del SIDA

El SIDA es causado por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que se identificó en los años ochenta al encontrarse una grave enfermedad pulmonar conocida como neumonía en varios pacientes (homosexuales masculinos), junto con una variante del cáncer de piel conocida como sarcoma de Kaposi. Al ser una gran cantidad de pacientes que presentaban esas alteraciones, algunos investigadores notaron que todos ellos tenían en común la disminución excesiva de un tipo de célula sanguínea encargada de defendernos de sustancias extrañas al cuerpo (como virus, bacterias, toxinas, etc.). Estas células disminuidas son conocidas como linfocitos TCD4+, que ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria al estimular a otro tipo de células como los inmunocitos (macrófagos, linfocitos B y los linfocitos T CD8) para combatir la infección. El VIH debilita el sistema inmunitario al destruir los linfocitos CD4.

Posteriormente se vio que no sólo la comunidad homosexual eran los que sufrían de ese padecimiento, sino también la sufrían aquellas personas (tanto hombres como en mujeres) que habían recibido transfusiones sanguíneas, o que solían inyectarse drogas. A partir de 1984 el SIDA era ya considerado como una epidemia, por lo cual se reforzaron e incrementaron las investigaciones para combatirla. Dentro de las principales investigaciones sobre el SIDA, sobresalió la realizada por dos franceses Luc Montagnier y Francoise Barré–Sinoussi (que en el 2008 recibieron el premio Nobel en medicina), quienes descubrieron que los pacientes tenían un virus (el VIH) responsable de desarrollar el SIDA.

Con respecto a cómo afecta este virus algún organismo, se descubrió que el VIH tenía un periodo de incubación hasta de 10 años, tiempo en que va destruyendo de manera lenta y paulatina a las células encargadas de la defensa del organismo. Después de la incubación del virus, surgen algunas manifestaciones clínicas características del SIDA como son: tos prolongada (característica de las alteraciones a nivel pulmonar), pérdida total o parcial de la capacidad de movimiento de una o más partes del cuerpo (parálisis, característica de una manifestación del sistema nervioso), alteraciones en la visión, diarreas prolongadas, fiebre (con duración hasta más de un mes), pérdida de peso y manchas de color rosado a nivel de la piel, entre otras. Sin embargo, los pacientes infectados por el VIH podían evitar desarrollar SIDA si seguían un tratamiento adecuado.

¿Cómo corremos el riesgo de contagiamos del SIDA?

El VIH puede transmitirse exclusivamente por contacto directo con fluidos corporales sexuales (fluido vaginal y seminal) o con sangre (por transfusión o a través del uso de agujas infectadas, realizarse un tatuaje o piercing con agujas contaminadas). En cambio, no se transmite por compartir utensilios de cocina, de baño o por algún contacto físico como son los besos o abrazos; tampoco se propaga a través de la tos o estornudos, ni por sentarse junto a una persona infectada; tampoco el VIH se transmite por picaduras de insectos.

El SIDA es uno de los principales problemas de salud en el mundo. Se calcula que hasta la fecha existen más de 70 millones de personas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad. En México, se estima que existen más de 185 mil casos de SIDA notificados (82% hombres y 18% mujeres) entre 1983 y 2016. Tan sólo en lo que va del 2016 se tienen cifras alarmantes; más de 2,800 casos nuevos diagnosticados de VIH y más de 2,000 de SIDA en México. Con toda esta información nos podremos preguntar:

 

¿Cualquier persona puede contagiarse del VIH?

La respuesta es afirmativa. Cualquier persona que lleve a cabo las llamadas “conductas de riesgo” podría adquirir el VIH. Existen diferentes conductas de riesgo, entre las más comunes están: tener relaciones sexuales (anal o vaginal) sin protección (sin usar condones) o tener múltiples parejas sexuales con personas contagiadas, así como el compartir jeringas o agujas de pacientes contagiados. Si alguna persona adquiere el VIH, tiene la posibilidad de llevar tratamientos para combatir esta enfermedad. Uno de éstos, conocido como terapia antirretroviral, se aplica a través de medicamentos que evitan que el virus se siga reproduciendo.

Recientes investigaciones han demostrado que el fortalecimiento del sistema inmunológico acompañando a esta terapia ha ayudado a disminuir los casos de SIDA. Por tal razón y por salud en general, es importante mantener y fortalecer nuestro sistema inmunológico cotidianamente. Algunas recomendaciones que se tienen para incrementar el sistema inmune son: hacer ejercicio, lavar nuestras manos y cocinar bien nuestros alimentos, dormir bien, cuidar nuestro peso y alimentarse sanamente, incluyendo en nuestra dieta verdura, fruta y granos enteros.

La ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA) ha reportado que los jóvenes entre 10 y 24 años conforman el 50% de toda la población mundial que ha sido infectada por VIH. Probablemente esto es debido a que los adolescentes, en general, tienen una percepción de que el SIDA no existe o bien es un mal lejano y ajeno a sus vidas, por lo que tienden a no evitar las conductas de riesgo ya mencionadas.

Desde hace tiempo nuestro equipo de trabajo se ha interesado en el tema de la visión del SIDA en los jóvenes y decidió explorar si existen diferencias de género en las personas en cuanto a conocimientos, actitudes y comportamientos sexuales que conlleven a un mayor riesgo de adquirir el VIH. En particular, hicimos un estudio en los estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad Justo Sierra con los siguientes resultados:

-los alumnos encuestados (59% mujeres y 41% hombres) tenían una edad de entre 18 a 27 años al cursar los primeros cuatro semestres de la carrera de medicina. Al preguntarles sobre su situación sentimental, el 18% de las mujeres dijo tener una relación estable y las demás dijeron no tenerla. En los hombres el 84% dijeron ser solteros y el resto dijo tener una relación estable. Las respuestas mostradas en el rubro de conocimiento del VIH encontramos que, para estar cursando los primeros años de la licenciatura en medicina, presentan un conocimiento apropiado del tema de acuerdo con su nivel de preparación. Sin embargo, al realizar el cuestionamiento sobre las conductas de riesgo (en particular vida sexual activa, uso de preservativo, número de parejas sexuales) se encontró que los hombres son quienes mostraron tener mayor riesgo de adquirir VIH-

 

Estos resultados nos muestran lo importante que es seguir teniendo pláticas sobre el VIH/SIDA con los estudiantes universitarios, ya que aún mantienen conductas de riesgo a pesar de la alta difusión que se tiene del tema. La Universidad, al ser una institución de enseñanza, debe tratar estos temas con sus estudiantes para evitar que mantengan dichas conductas. Los estudiantes de medicina, así como todos los estudiantes de diferentes carreras que pertenecen a esta disciplina, al ser promotores de la salud, deben tener un amplio conocimiento del VIH/SIDA desde cómo contraer el virus, cómo tratarlo y principalmente cómo prevenirlo. 

Saber Mas

http://www.censida.salud.gob.mx/interior/cifras.html

Lamotte Castillo. 2014. Infección por VIH/sida en el mundo actual. MEDISAN, 18(7):117. http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol18_7_14/san15714.pdf 

Chávez Rodríguez y Castillo Moreno. 2013. Revisión bibliográfica sobre VIH/sida. Multimed, 17(4). 25 p. http://www.medigraphic.com/pdfs/multimed/mul-2013/mul134r.pdf 

VIH/SIDA. https://www.indiegogo.com/projects/vortex-bladeless-a-wind-generator-without-blades--3#/ 

http://www.respyn.uanl.mx/iv/4/ensayos/vih-adole.html 

 

Paola Pérez Polanco es Profesora Investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad Justo Sierra y Luis Manuel Montaño Zetina es Profesor Investigador del Departamento de Física del CINVESTAV-IPN.